La sensación de estar nuevamente flotando se hacía presente.
Ahí estaba,flotando en el mar,como si tan sólo fuera un objeto realmente ligero para estar flotando,moví mis manos sintiendo el contacto del agua contra mi piel,estaba tan fría que en cualquier momento mis dedos estarían consumidos,lo más extraño de todo era que yo no podía sentirlo.Moví la cabeza de un lado a otro dándome cuenta que no era de día,estaba debajo de una gran oscuridad,debajo de estrechas y de una luna brillante,causa por el reflejo del sol.
Una sonrisa de formo en mi rostro,pero tan sólo recordar que mirar el cielo era uno de mis miedos.Mi piel se empezó a erizar por completo,de pies a cabeza,la sensación en los costados de cada parte de mi cuerpo se erizaba un poco más.De tan sólo imaginar perderme en la superficie de la capa de la tierra,sintiendo mi cuerpo consumiéndose por completo,ver una altura tan alta para hacerme vomitar todo lo que había consumido de los alimentos.
Una sensación de ahogo hizo paralizar todo mi cuerpo.Sin darme cuenta ya no estaba flotando,estaba cayendo... Mis manos se movían pero mis intentos eran en vanos.Fue cuando me di cuenta que no podía usar de mis piernas...
— ¡Momo! ¡Es hora de pararse!
Abrí los ojos lentamente encontrándome con la figura de mi nana Lenina. Mi vista se a claro poco a poco observando que aun estaba en mi habitación. Lenina se encontraba preparando la silla de ruedas,oh no,otra vez no.
— No quiero pararme
Gruñí.
— Oh vamos,Momo.Hoy más que nada tienes que pararte y arreglarte presentable.
Lenina agarro de mis brazos para poderme ayudar a estar sentada.Ya sentada vi en la silla de madera la ropa que me pondría hoy ¿Zapatos cafés? ¿Vestido?Tenía que ser realmente una gran broma ¡Ja! Buena esa Lenina.Aunque creo que esto no se trataba de una broma.
— ¿Por qué me tengo que arreglar? ¿Me van a operar para poder caminar? ¡Ja!
Lenina no lo tomo de broma,rodee los ojos.
— Hoy conocerás a tú ayudante,quien te atenderá durante todo el día.
— ¿Qué?Se cuidarme sola,Lenina.No quiero tener a alguien que cuidarme.
— Claro que sí y tú más que nadie lo necesita.
— No lo necesito,créeme,puedo estar yo sola ¡Todo lo puedo hacer yo sola?
Lenina volteo a mirarme.
— ¿Acaso puedes cambiarte tú?¿Puedes ir al baño sola?¿Puedes bañarte sola?¿puedes ir a un lugar sola? ¡No digas tonterías,Momo.
Por una parte tenía razón.
Pero yo no quiero que alguien me cuide.
Dime ¿Te gustaría que te estén vigilando todo el día?¿Qué ni siquiera tengas privacidad?
Tal vez para ti sí pero para mí no.
