UN POCO DEL INFIERNO

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Despues de dos semanas en el hospital, la Señora Smith venia por mi, me entrego algo de mi ropa, aun sin poder hablar muy bien, según el doctor había gritado tanto al momento del choque que había dañado mis cuerdas vocales al grado de casi quedarme sin voz, así que tendría que guardar reposo. Escuche decir a la señora Smith que era una lastima lo que me había pasado pero que hay niñas con peores situaciones que yo, esa Señora es una bipolar dice cosas dulces y luego amargas, como si vivieran dos personas dentro de ella.

Al salir del hospital nos espera un taxi, la Señora Smith me condujo hasta el taxi t luego ella se subió, no tenia nada de pertenecías, solo la ropa que traía ese día para ir ala escuela, que había lavado y remendado - Cuando lleguemos te darán ropa nueva y las cosas que podrás utilizar- Mi cuerpo y mi mente estaban como congelados habían pasado ya dos semanas pero aun sentía que todo era un sueño, que mas podía hacer sino callar y ser niña buena como tantas veces lo decía la señora Smith.

-Llegamos - Yo solo veía grandes pinos cubiertos de nieve, enero y aun la nieve no se reedite.

Al entrar a esa enorme casa, todo estaba en silencio, ningún ruido se escuchaba - Te enseñaremos tu habitación pero tendrás que compartirla- solo asentí y subimos las grandes escaleras, era una casa vieja combertida en una casa hogar o orfanato o como yo le llamo infierno, en el según pasillo a mano derecha se en contra una gran habitación con 5 camas que eran de dos pisos aun lado de cada una de esas camas había unos muebles color blancos con rosas color rosas, - Ahí puedes puedes guardar los uniformes que están en la cama espero que te queden, todo lo que necesitas están ahí, el baño es esa puerta a la derecha y no te preocupes que no estas solo tienes una compañera se llama támara espero que sean amigas- Dejo mis medicamentos en la cama y antes de que se fuera me dijo - porfavor ponte el uniforme y en 10 minutos vengo por ti para la cena- y así cerro la puerta y me dejo ahí sin conocer a nadie e implorando regresar a mi bonita habitacion color azul con nubes por todos lados.

Me espante cuando alguien salio del baño debía de ser Támara, su cama era la que estaba cerca del baño, lo sabia por que había un uniforme sucio ahí en la cama -Carne fresca- dijo mirandome de arriba a bajo, temblé era mucho mas grande que yo en ese entonces, tu cara era regordeta y su cabello era muy corto y amarillo, - Descuida no te haré daño, solo eres como yo sin padres o familia quien te quiera- y me tendio la mano y yo la salude -cuantos años tienes? 9 ? - Moví mi cabeza diciendo que no -10 años?- y asentí - Lo siento por ti aun te quedan 8 años aqui, no es tan malo pero hacer las mismas cosas día tras día es tan fastidioso- Me senté en mi cama y ella siguió hablando parecía que lo necesitaba hablar con alguien - Yo tengo 17 mañana cumplo 18 y sabes que significa eso?- sus ojos brillaron pero yo no sabia que era eso así que dije que no con la cabeza - Bueno significa que me largo de este lugar, que me voy que seré libre de esta casa y estas señoras, que podre salir y poder comprarme cosas bonitas- parecía tan feliz y solo hace 5 minutos que la conocia.

La señora Smith entro suerte que hace 2 minutos acababa de salir del baño con mi tonto nuevo uniforme color verde, era un tipo vestido color verde pero no un verde bonito sino un verde feo y oscuro, el vestido me llegaba mas abajo de las rodillas y tenia unas calcetas blancas que eran mas altas me llegaban hasta mas arriba de mi vestido no se podía ver nada de mis piernas y claro no pidan faltar mis grandes y negros zapatos. Salí por la puerta junto con Támara que ella también tenia ese feo uniforme pero ella se veía mucho mejor que yo, era mas alta y tenia pechos que yo ni en sueños tenia, pero ella ya era grande yo apenas tenia 10 años.

Al entrar al comedor, podía oler a comida caliente, en el hospital solo me daban comida fria y que parecia a la comida que le daban a mi hermanita Cathy oh ! Cathy era llorona pero me gustaba tener una compañera de juegos, Pude oler a carne y pan recién horneado, No era un gran comedor pero era espacioso tenia mesas largas pero la mayoria estaban llenas por niñas mas pequeñas que yo & sin ninguna excepción todas llevaban el feo uniforme, me sente y empeze a comer.

& asi comenzo todo con una sopa de cebolla y bollos calientes, si la comida era buena pero teniamos que comer lo mismo cada semana, sabes que es eso ? no poder elegir que quieres comer y ademas no tienes que dejar nada.

Tenia una amiga o compañera de cuarto Tamara, terminando de cenar teniamos que ir a nuestras habitaciones bañarnos y terminar en nuestras camas a las 8 con pijamas y luego oscuridad. apagaban las luces a las 8. -Sabes que mañana no voy a estar?- no entendi por que? se iba a ir oh! la unica chica en mi habitacion y se iria como todos los que queria -Bueno mañana cumplo 18 y sere libre, tengo tanto que hacer haya afuera, para empezar ire a New York, la cuidad de las luces- wow ya tambien queria escapar - Pero lo malo que tendre que trabajar y pagar un lugar donde vivir pero sere libre- Yo queria ser como ella, ser libre y grande pero aun faltaba unos dias -No hablas ? como te llamas?- Queria decirle mi nombre pero lo unico que salio de mi garaganta fueron ruidos extraños - Bueno aun que sea hablame aun que no te caiga bien- Hay como le hacia para poder hablar con ella despues spolo hacer ruidos, asi que corri a su cama solo entraba por la ventana un poco de luz de la luna, tome una de sus libretas que estaban en su mueble y un lapicero y solo escribi " Me llamo Layla, no es que no te quiera hablar pero no puedo" salio un fuerte ohh ! de su boca - Perdona es muy frustrante estar sola y que llegue alguien y no te quiera hablar- y corri a mi cama otra vez al escuchar ruidos en el pasillo, alguien abrio la puerta pero no vi quien era y asi como la abrio asi la cerro.

-Buenas noches, Layla- me dijo Tamara con voz cansada.

Domingo segun el papel de las reglas del lugar que por cierto estaba pegado en todos los espacios posibles de la casa decia que el dia domingo podiamos levantarnos a las 8 pero a las 9 tenemos que estar limpias y arregladas en el comedor para el desayuno; Me costo levantarme y poder abrir los ojos, aun recuerdo que al ir al baño iba a saludar a Tamara pero cuando pase por su cama no estaba, solo estaban su uniforme y una cartita que decia " para Layla" la tome pero no quise leerla asi que la guarde en mi cajon y segui con mi dia.

Y asi fue mi primera amiga en ese lugar, desde ese momento sabia que era una experta en perder a personas que entraban en mi vida. 

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