¿Por qué lo hiciste?
No te bastó con el amor que te di, yo te amaba. Adrián, ¿Qué hice mal?.
Me duele verte con Sergio, a veces quisiera ser él para estar a tu lado y poder abrazarte, besarte y hacer el amor.
Te dediqué mis mejores sonrisas.
¿Tú me amabas?
¿Sólo lo hiciste por lástima?
Tú me hiciste tuyo, aún recuerdo aquella noche, perdí mi virginadad contigo. ¿No sirvieron aquellos "Te amo"?.
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-Ahh, ¡A-Adrián!- Grité tu nombre, tú sólo gemiste y llenaste mi ser de tu esencia. Saliste, te tomé por el cuello y te abracé. Me gustaba tu olor. Tú te apartaste y me alejaste. ¿No me querías?.
-Te amo- Dije con una sonrisa y te besé tiernamente, pero tú te separaste.
-Yo también- Dijiste con falsedad.
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¡Sergio no te ama! Yo sí, pero tú nunca lo hiciste. Extraño cuando me besabas aunque fuera por lástima. Yo te di mi cuerpo, mi felicidad y lástima. Tú me diste placer, pero nunca amor.
Estuvimos a punto de casarnos, pero me fuiste infiel con Sergio, te fuiste con él el día de la boda. Me dejaste plantado. Manuel me ayudó, duele que me dejarás.
¿Ahora eres feliz?.
Yo no, sin ti no.
Traté de buscarte, pero te fuiste lejos, sin mí, compartiendo tu vida con Sergio.
Era raro, había quedado embarazado de ti. Tendría un hijo tuyo, te lo dije, pero sólo te enojaste y colgaste el teléfono. Sergio estaba contigo.
Los días pasaban, no podía seguir. Una vida, traer nueva vida a este mundo. No podría hacerlo no sin ti.
Quería buscarte, y eso hice, salí. Tomé un tren hasta llegar en donde ahora te encontrabas.
Al fin había llegado, cuánto te extrañaba.
Toqué y esperé. Sergio salió, viéndome con desprecio, me tomó por el cuello y me empujó. Caí, haciéndome daño.
Me gritó y dijo que me fuera. Yo no te merecía Adrián.
Mis lágrimas brotaron. No lo soportaba.
-¡¡Tú no le quieres!!- Grité enojado, levantándome del suelo. Lo empuje y entré en la casa tratando de buscarte.
"¿Por qué lo hago?"
Tú no me quieres.
Jamás te encontré. Me fui de ahí aún llorando.
Entonces te vi. Tú, quien había arrasado con mi corazón, el único que me hacía feliz, el que me hacía temblar y también gemir su nombre.
Corrí hacia ti, extendiendo mis brazos hasta llegar contigo. Te abracé, realmente te extrañaba. Me recibiste, era extraño. Escuché como sollozabas, me destrozaste el corazón. Pregunté qué había pasado, te separaste y me viste directamente a los ojos. Acercaste tus labios y me besaste, confundido, correspondi aquél beso, los extrañaba. Nos separamos, sentí un frío acero enterrarse en un costado de mi cuerpo. La sangre salía abundantemente. Gritaste preocupado, el tipo se había ido, llamaste a emergencia. Todo se tornó obscuro.
Desperté en una camilla, estabas a mí lado, sonreí inconscientemente. Te acercaste y me abrazaste con poca fuerza. Correspondi tu abrazo. No me sentía odiado. No sentía tu lástima hacia mí. Te separaste y sonreíste. Estar en los hospitales me desesperaba.
- ¿Cuándo saldré de aquí?- Te miré y suspiraste.
- En una semana- Susurraste un tanto triste. No sería tanto tiempo.
Así los días pasaban. Cada día estabas conmigo y no con Sergio. Se sentía realmente bien. Llegó el día en que iba a salir y así fue. Nos fuimos. Tomamos un tren y viajamos a la antigua casa que compartíamos.
¿Volvería a ser feliz?.
Pasaron 9 meses, te separaste de Sergio y el bebé había nacido. Tenía el color de mis ojos, pero en cierto modo era casi igual a ti. Le llamamos Adrián, cómo tú.
Éramos felices.
¿Me quieres?.
Dijiste que lo sentías, no querías hacerme daño.
Pero lo hiciste, aún te amo, tú lo haces, has vuelto conmigo y no por lástima. Me haces feliz, como siempre lo hiciste.
Te amo y ahora también lo haces.
Gracias.
Ah, espero que se haya corregido bien :v, si no, pues ya. Vale verja >:v.
