Capítulo 10

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Narra Alexa

Si me dieran dragmas por salir del campamento sin permiso, sería millonaria.

- La industria queda camino a Nueva York, en medio de la Ruta 9-

- Vaya porquería - murmuró Nico

-Podríamos llamar a las moiras, no quiero que un bus lleno de arpías nos ataque de nuevo- dije alzando una ceja

Piper chifló y el taxi newyorquino salió dentro de la oscuridad.

- Juro que cuando cumpla dieciocho me compraré un automóvil- dije subiéndome en el destrozado taxi.

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-Son 300 dracmas-dijo la moira extendiendo su mano.

-Suerte con la arrastrada-dijo otra

- Soy la única que le explotará la cabeza con los acertijos que dan las moiras ¿no? - preguntó Piper.

-Tengan sus armas a mano-comenté mientras entrábamos a la industria.

-No deberíamos tener una especie de código, así como los policías? -comentó Claudia

- Qué graciosa eres-comentó Nico con ironía.

Entré seguida de los demás, había una especie de recepción, la industria parecía estar en abandono total. Habían papeles por todas partes y polvo que se destacaba en los muebles.

- Hay muchas puertas por aquí-comentó Nico

-Yo y Piper vamos por las del lado izquierdo y ustedes por el derecho-los demás asintieron y yo sujete mi espada con fuerza para abrir la puerta, había tan solo una polvorienta oficina, la segunda, la tercera y la cuarta puerta, eran lo mismo.

Un grito nos desconcertó, venía de abajo.

-Hay un subterráneo abajo, deberían haber unas escaleras por aquí -dijo Piper

-Allá está la salida de emergencia-dije corriendo hacia la puerta.
Llegamos a una puerta, la única cosa que la diferenciaba era un manojo de cobre. Entramos cuidadosamente.

Piper soltó un grito al ver una persona en el piso, inconsiste, o de la peor forma, muerta.

- Tiene pulso-aclaró Claudia

-Lo único raro es que no responde, está estática, como un maniquí-

-Ya creo que se quién provocó eso -murmuró Piper mirando hacia el polvoriento suelo.

Un sonido siseante comenzó a escucharse por todo el subterráneo.

- No la miren a los ojos-gritó Nico

Estoy con el corazón en la mano mientras que corro sin dirección alguna.

¿Cómo demonios matas a algo que no puedes ver?

Derrepente me tropiezo con algo, mejor dicho alguien.

Annabeth estaba tirada en el piso, estaba pálida y tenía los ojos abiertos. Era aterrador.

Con algo de miedo le tomé el pulso, su corazón seguía bombeado, pero estaba fría.

Suspiré y me saqué la chaqueta y la tapé.

Todo el subterráneo estaba casi en silencio y había perdido de vista a los demás. Soy un asco como líder.

- Yo me encargo de el basilisco-dijo una voz detrás mío.

Me volteé rápidamente y miré con repudio a Luke quién sonreía.

-Todo esto es tu culpa-le grité poniéndole la espada en el cuello, el solo seguía con su sonrisa intacta.

Descendiente de Zeus|Percy Jackson [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora