El amor tras una profecía

Prólogo

—Perfecto chicos, quiero el texto escrito para mañana en mi escritorio, necesito evaluarlos en la escrita, y...— la profesora hace una pausa y sonríe radiante —¿qué mejor que un texto sobre ustedes?— se sienta en su escritorio y se despide con la mano indiferente.

Salgo ignorando a las personas a mi alrededor, quiero llegar a casa, muerdo de hambre. Así que preparo mis audífonos para ignorar el mundo y abro mi camino hacia la salida. Al llegar a casa preparo mi almuerzo rápidamente y decido escribir lo que nos fue pedido para salir apresuradamente del problema, no le quiero poner mucho empeño a algo tan estúpido.

"Soy una chica simple. Estudio en la escuela llamada Harlem, la cual me fue asignada por el orfanato el cual he crecido estos últimos años, ya que mis queridos padres (recurro al sarcasmo) decidieron abandonarme. Me dejaron sola a los doce años. A los quince, los encargados del orfanato me obligaron a encontrar un trabajo para comenzar a tener más ingresos. A los dieciséis, me asignaron una casa, en un lugar de apoyo social, en el cual tendría que vivir sola, ya que no me adoptaron nunca y además me hicieron creer que con esta edad ya no me adoptarían, pero no me importó, sinceramente, quería vivir sola. Me dijeron que cada mes pasarían a supervisarme, lo cual me pareció perfecto, con tal de vivir sola. A pesar del abandono, puedo ver la vida de manera diferente, ya que estoy siendo obligada a crecer mas rápido que el resto de los jóvenes de mi edad y hoy, con diecisiete años, puedo decir que soy capaz de salir adelante con cualquier situación. Además, no voy a mentir, es muy divertido vivir sola, a pesar de que el apartamento sea pequeño, extremadamente pequeño. Soy Elena, Elena Sanders Mosly, siempre deteste mi nombre, pero no se puede tener todo lo que uno quiere tener en la vida, que lo digo yo.

Me gusta un chico de Harlem, Carl, de hecho me fascina, pero no sabe de mi existencia infelizmente. No he tenido ni un novio en mi vida, soy terrible con los chicos, pero tal vez algún día alguno entienda mi locura y decida escogerme... es completamente normal, de hecho, que nadie se fije en mi, siendo tan extraña como soy."

Analizo el texto... ¿de verdad le contaré a la profesora que me gusta un chico de la escuela?

Pienso, pero en realidad mi vida no tiene en demasía cosas interesantes, así que, avergonzada, guardo la hoja con el pequeño texto, no debería darle tanta importancia a un ensayo tan ridículo como este, que ni siquiera cuenta para la nota final.