De lunes a viernes las clases por la mañana son tolerables por lo que el almuerzo es un buen descanso visual que se cuela por las papilas gustativas en una gran satisfacción al estómago con esos dulces panes de cafetería en compañía de una bebida tibia, pero a falta de una la resignación recae en las cajitas de las máquinas expendedoras.
Acostumbrados a esos hechos diarios, el equipo de Seirin solo toma la poca energía que guardan en su interior al finalizar la jornada estudiantil
O al menos, lo es para los chicos del club de baloncesto de Seirin, incluso bajo el estricto régimen de su entrenadora y la vigilancia de su manager.
—¡No puedo más! ¿Nos quieren muertos?
Chilló al borde del desmayo el maestro del todo y de la nada, Koganei, ignorando las expresiones sombrías de sus amigos ante sus réplicas hacia las dos chicas que lo observaban con cautela en la distancia.
Riko sonrió, tomó un respiro y expreso con entusiasmo:
—¿Dices que diez vueltas más? ¡Adelante! ¡Corre tiempo!
La expresión en cada jugador se volvió tan pálida como el papel, aumentando el ritmo en su andar, es suficiente con darle seis vueltas a la escuela.
¡Koganei, siempre serás recordado en sus corazones!
—Koganei-senpai, reaccione.
—¿Mae-chan? —la voz de la joven lo hizo levantar la mirada con los ojos al borde las lágrimas, repleto de esperanza.
—Apresúrese, su rendimiento no ha sido el mejor, podrá dormir cuando lleguemos a la Inter-High.
Como si le hubieran vertido agua helada volvió a tumbarse en el suelo, llorando internamente antes de ponerse a correr, de nuevo.
Sin duda alguna, una hermosa tarde.
—¡Mae-chan es tan amenazante como Riko-san!
—Vaya que sí.
Respondió Teppei con una sonrisa nerviosa, llamando la atención del equipo lanzando una botella de agua al capitán que la recibió sin problemas.
—Buena atrapada, aunque pudo ser mejor.
Kyoshi Teppei, el Rey Sin Corona conocido por todo aficionado del baloncesto de preparatoria, destacado por su gran manera de jugar y su actitud en la cancha le han otorgado méritos dignos de reconocer, aunque no el único en la familia con grandes dotes con el balón naranja, pues hay alguien más que posee lo anhelado por muchos, talento.
Mae, la hermana menor del aclamado ¨Corazón de acero¨ es llamada por muchos como una Reina Sin Corona del baloncesto. Su juego en secundaria dejó impresionados a montones, elevando las expectativas en el público joven sobre el rumbo que escogería, vaya sorpresa el que haya escogido la recién fundada escuela Seirin como la cuna que albergaria sus alas, y quizá esto habría sido pasado por alto si tan solo no hubiera azotado con la inesperada ausencia en las canchas.
¨ Es suficiente. Ahora, ¿Qué otra cosa podría intentar? ¡Puedo ayudar al equipo con mis conocimientos de espía! ¨
Pese a que hubo protestas por parte de sus conocidos, Mae se mantuvo firme, respondiendo hasta el cansancio:
¨El ser buena en algo significa que debe dedicarse a ello¨
Así que sin ningún tipo de interés en continuar con el baloncesto activamente en la cancha, ingresó al equipo como manager y no puede decir que le desagrada, en realidad, se divierte.
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Cancha. | Kuroko No Basket.
FanfictionLa gloria de la adolescencia golpea sutilmente los hombros de los ¨milagros¨ y por supuesto, con ello azota la vida de aquellos que se encuentran dispersos a su alrededor. Nada pasaría en un simple juego de baloncesto, en la cancha de siempre con lo...