YO y EL

Primera vista

Eric: Hola señora. Buenos dias. Gracias por dejar que me quedara anoche.

Mara: Denada hijo, se veía que los dos estavais muy agusto.- Me miro y me guiño un ojo. Yo me puse roja como un tomate. El estava sonriente y feliz, me encantava verle así.

El desayuno transcurrió tranquilo, estuvimos charlando y al final el se tuvo que ir porque tenía una reunión de nuevos alumnos de la escuela de música.

Eric: Luna, losiento pero me tengo que ir, esta tarde reservatela para mi y me enseñas la ciudad, vale? si quieres te invito a cenar a mi casa!

Yo: Me encantaría ir ha cenar. Entonces, te llamo esta tarde?

Eric: Claro princesa. Nos vemos esta tarde. Se acercó y me dió un beso en la mejilla.- Adiós!

Yo: Adiós....

Me jiré hacia mi madre.

Yo: que acaba de pasar ahora mismo?

Estava en shock!

Mi madre se puso a reir y mientras se alejava decía: El amor hija, el amor!

Yo: Pero mamá si lo acabo de conocer!

Mara: No has oído nunca el amor a primera vista?- dijo mi madre desde el salón.

Yo: Si, pero no es tan rápido...

No queria admitir que me estava enamorando de el, y si el también de mi?

Narra Eric

No quería irme de allí, esa chica me encantava, tocaba la guitarra, esra guapísima, simpática, agradable y ha su lado me sentia el chico más afortunado del mundo! Como podía ser eso si la acabava de conocer?

Me fuí a mi casa, entré en el cuarto de baño, empecé a quitarme la ropa y me metí en la ducha, cuando acabé salí enrrollado con una toalla en la cintura y me fuí al armario. Me vestí tranquilamente y salí de casa en busca de mi facultad de música. No podía dejar de pensar en ella! Y si me estava enamorando? Imposible, el amor no es tan rápido, creo. La reunión transcurrió tranquila, me encantaría ir a esas clases, todo era maravilloso!

Salí de la facultad y me fuí a casa. Tenía que esperar a que mi princesa me llamara. Había una cosa que no entendia... Porque la llamaba princesa? La primera vez que la llamé así me salió del alma, pero se ve a que a ella le gusta, así que no voy a parar! Sonreí solo en mi casa al pensar en ella. Su sonrisa me matava, cuando se ponía roja como un tomate era igual de preciosa, toda ella me encantava!