Capítulo 1

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Las luces estaban cegándole, no podía distinguir bien a cada miembro, solo podía reconocer a lo lejos a MinGyu que destacaba por su altura y porque había decidido peinarse con el cabello de punta, por lo demás solo veía sombras y más sombras en unión las unas con las otras.

Dio un respingo al sentir unos brazos rodeándole la cintura y una risa golpeando en su oído, revoleo los ojos, conocía esa risa y al idiota dueño de ella.

- SoonYoung deja de colgarte de mí. – palmeo los brazos ajenos para que le soltara y enseguida la presión se desligo de su cuerpo.

- No seas amargado JiHoonie. – el mayor le tomo de la muñeca y lo jalo hacia la mesa más cercana. – Vamos a beber algo – y a penas se sentaron dos hermosas mujeres se les acercaron riendo entre ellas.

- Hola guapos ¿podemos sentarnos con ustedes? – la más alta de ellas hablo en un tono al parecer seductor pero que a el le resultaba bastante cómico, sin embargo no dio muestra de ello para no espantarla.

El estaba muy nervioso pero al parecer SoonYoung no tenía problema porque en unos minutos ya tenía a la rubia sobre las piernas mientras reía y bebía con ella, en cambio el solo trataba de pegarse lo más posible a la pared y alejarse de la voluptuosa morena sentada a su lado que intentaba acariciarle por todos lados, suspirando y decidiendo distraerse un poco tomo uno de los vasos de las bebidas de colores que ellas les habían obsequiado, solo bastaron unos segundos para que todo se volviera borroso y las voces se distorsionaran.

Como si fueran poseídos por algo, los dos jóvenes en la mesa se quedaron quietos viéndose entre sí, ambos se levantaron insofacto, SoonYoung tirando a la rubia en sus piernas que enseguida comenzó a insultarlo aunque ninguno de los dos estaban haciéndole caso pues solo oían sonidos incomprensibles, se tomaron de la mano y caminaron directo hacia el pasillo rojo donde estaban las habitaciones, encerrándose en una de ellas.

JiHoon no había tenido ningún beso real en su vida y SoonYoung tampoco era particularmente experto en ello, sin embargo eso no parecería verdad si alguien los viera en ese preciso momento, los brazos de JiHoon estaban enredados en el cuello de SoonYoung y éste los tenía en la cintura ajena, ambos pares de labios no se despegaban los unos de los otros y el jugueteo de lenguas profería sonidos que solo excitaba más a ambos jóvenes.

SoonYoung atrapo a JiHoon entre uno de los muros y su cuerpo, metiendo una pierna entre las del menor que profirió un gemido de placer, eso solo aumentó el deseo de posesión; el beso fue roto por el momento y la polera de JiHoon fue retirada, perdida en algún lugar de la habitación segundos después, en ese entonces los pequeños pezones quedaron descubiertos y SoonYoung no desaprovecho el momento para atrapar uno de ellos con los dientes y el otro entre sus dedos, entretenido como estaba, no se daba cuenta o más bien no le importaba que JiHoon estuviese tratando de deshacerse de sus pantalones, los delicados dedos, en su desesperación, acariciaban la piel que poco a poco quedaba al descubierto.

Ambos jóvenes terminaron recostados en la cama, ambos sin pantalón, ambos excitados, ambos sudorosos, y ambos con un brillo diferente en los ojos que no era por efecto de la droga o el alcohol corriendo por sus venas. SoonYoung acaricio, con algo que se podría llamar cariño, una de las mejillas de JiHoon antes de acomodarse sobre él, ambos mirándose fijamente, talvez decidiendo que hacer o intentando recobrar un poco de cordura.

-Eres tan hermoso. – susurro SoonYoung pasando un dedo por la nariz ajena.

La reacción de JiHoon fue inmediata y le dio una respuesta muda a SoonYoung sobre las inseguridades que se filtraban en su mente ese momento; el menor sonrió y le atrajo del cuello con los brazos, dejando un pequeño beso sobre los labios ajenos antes de también susurrar sobre estos.

Droga de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora