Capítulo 10.

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Antes que nada quiero decir que ando con depresión por terminar de leer Finale, simplemente los libros más perfectos que he leído. Un nudo en mi garganta cuando leí la última página, mientras sabía que ya no habría más historia.

A uno de mis platónicos inexistentes; Scott Parnell y Jev Cipriano.

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Increíblemente, es mi primer beso. Todos los novios por conveniencia jamás llegaron a besarme, no lo permitía, quería que fuese un beso a alguien que en verdad yo crea que se lo merecía. Y ese, es Harry.

No podía seguir resistiendo la tentación de probar aquellos labios. No sabía nada, casi nada de él, sólo sabía que necesitaba un poco de alegría en mi vida, necesitaba creer por un segundo que nada más existía, sólo Harry, yo, y el árbol.

Sus labios seguían moviéndose con los míos, se sentía tan bien, tan cálido, tan acogedor, que la noción del tiempo se hacía invisible. Sua manos se colocaron sobre mis caderas, atrayéndome más a su lado. Cuando ya sentía que mis eufóricas hormonas reventarían, me separé de él, sonriéndole a pesar de la niebla.

-Eres hermosa.-Susurró.

Me sonrojé. Lo sentí.

*

Me desperté cinco horas después, creyendo que lo sucedido en la madrugada fue un loco sueño. Pero, aún podía recordar el sabor Styles. Tan varonil, seductor, que te dejan con ganas de más y más. Las imágenes del beso permanecían ahí, podía recordarlas segundo por segundo, en cambio, los recuerdos de los sueños son una minoría. Me convencí que sí había besado a Harry, el chico más guapo del país.

Quería ver a Liam, quería contárselo, Harry sin duda me alegró el día.

«Hola Liam :D», envié.

"¡Desaparecida! ¿Dónde estabas bebé? xx».

«Estos días han sido los mejores. Hoy iré a verte y te cuento. ¿Sí? xx».

«Me suena a un chico. Bueno, acá te espero. Te quiero :)».

«Yo te adoro x».

*

Liam no podía creer que yo y Harry estemos iniciando «Algo», yo no creía que fuese más de un beso y una simple atracción física. Más aún cuando si tuviésemos algo, Jack siempre estaría ahí en medio, estorbándonos.

-Que no somos nada, Liam.-Insistí.

-No he dicho eso-Aclaró-, pero pueden iniciar algo.

-Sería mejor que estar con el marica de Jack.

-Harry es un buen hombre...-Pausó-Pero coqueto, Sophie.

-No me interesa una relación. Sólo que hace días andaba con esas ganas de plantarle un beso. Sólo atracción física Liam, nada más que eso, créeme.

-Eso espero linda.

Me acerqué más a él y lo abracé. Amaba a Liam -no como novios-, él era el amigo perfecto, el que siempre deseé.

*Una semana después.

Y así es como faltaba una semana para la boda. Harry aún no lo sabía, aunque estos días he salido con él, Liam y Zayn. Como amigos, nada más. Una que otra mirada por ahí, pero necesitaba alejar mis atracciones de él, no podía jugar con sus sentimientos de esta forma. No lo merecía, en absoluto.

Me encontraba mirándome al espejo. Trataba de imaginarme una vida con Jack, pero cuando lo hacía, moretones aparecían.

Mi padre entró. En estos días no he hablado con él, es más, desde que me pegó no lo he hecho.

-Jack se ha ido...

-¡¡Por fin!!-Interrumpí.

-De viaje, Sophie.-Musitó-Así que la boda se pospondrá un mes.

No dije nada. Me quedé callada mirándolo y esperando que se fuese. Acomodé mi cabello en ni hombro izquierdo. Se marchó cuando captó que yo no quería hablar más, y de hecho, me molestó su presencia.

«Se pospuso la boda para un mes más». Mensajeé a Liam.

«¿Y eso?».

«Un "viaje" del tarado».

«Podemos celebrarlo :)».

«Mientras dure...».

«Hoy a las nueve, fiesta, tú, yo, Harry, Zayn, amigos, ¿Te apuntas?».

«¿¡Cómo no aceptar!? :D».

Eran las siete. Tiempo suficiente para bañarme y vestirme.

Me saqué las prendas, dejándolas en el perchero, di el agua caliente y entré. Se sentía tan bien una ducha caliente, relajarme.

Había pasado una semana del beso con Harry, y yo aún no lograba desaparecer el recuerdo. Permanecía ahí con fuerzas.

Me envolví en la toalla rosada y salí. Me saqué rápidamente y me puse el mismo estilo de siempre; jeans ajustados, blusa de gasa o seda.

Mi padre no se encontraba, por lo que sería más fácil. En el tapete de la puerta encontré un diario. Con letras grandes y amarillas decía;

«Las familias Luxor y Connor se unirán próximamente».

El encabezado anunciaba que Sophie Luxor y Jack Connor se casarían. Esto, era el principio del acoso periodístico.

Quédate | HS (1T)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora