♦Capitulo 4♦

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El grupo estaba corriendo por los pasillos, efectivamente se encontraban por el calabozo del castillo así que ahora debían subir hasta el último piso donde se supondría que Ivlis estaría, pero esta tarea no era fácil. En el camino el grupo se encontraron con soldados llamas aunque no fueron problema ya que los podían derrotar fácilmente pero si eran muy molestos.

-ya casi llegamos de aquí en adelante sólo debemos seguir derecho para llegar -dijeron al unísono las gemelas, con el asentir de todos los presentes empezaron a subir las escaleras que estaban demasiada calladas para ser verdad.

-juguetesh malos ¿porque quieren huirsh de Poemi? -de la habitación de la derecha vieron salir a una chica castaña con unos cuernos como dragón al igual que la cola que salía por detrás de ella, andaba con un vestido blanco con una capa de color roja que se abrochaba en la cintura - Poemi quiere jugash con shus nuevos jugetesh - con una sonrisa maliciosa veía a todos los que estaban reunidos allí.

Sin moverse el grupo estaba viendo a la pequeña psicópata que tenían enfrente, sería un desgasto de energía combatir contra ella porque como les había dicho Emalf, ella era la hija del diablo así que tendría heredado parte de su fuerza o eso creían al menos. Reficul y Liliya iban a avanzar para detener a esa niña pero fueron detenidos por dos brazos.

- este día no jugaras a nada niña -

- apoyo a la señorita, hombre que ya nos tienes hartos Poemi -

Dando pasos al frente Emalf y Grief se ponían en posición para atacar a la chica que tenían en frente la cual está tenía una mirada de odio hacia el chico pero sin quitar su sonrisa retorcida -ustedes vayan se de aquí nosotros la detendremos -comento la maestra mirando a los que quedaba allí, con miradas incrédulas estas personas querían rechazar la oferta pero las miradas decididas del demonio y la grifo eran imperturbables ante todos ellos.

-no se preocupen ...si todo sale bien los veremos mas adelante solo una cosa ...-dijo el chico de cabellos burdeos mientras se quitaba los lentes de sol que llevaba puesto - detengan a ese maldito de Ivlis- un grito de enojo se escucho atrás de ellos, era claro que a la hija del diablo no le gusto que dijeran eso de su padre.

-¡no deshare que ushtedes lastimen a papi! ¡Poemi losh detendra cueshte lo que cueshte! - con una furia tremenda la demonio hizo aparecer a uno de esos perros llamas junto con fuego que aparecía al rededor de ella.

-¡Vayan se ahora mismo! - un ultimo grito dio la grifo mientras comenzaba a pelear con la niña al igual que su compañero la apoyaba. El grupo ahora de 11 personas corrió al lado contrario para así seguir con su camino, algunos estaban preocupados por lo que les podría pasar a esos dos aunque ya la mayoría asimilaba que ...su grupo se quedaría de solamente 11 personas.

-Solamente debemos ir por las escaleras del este para así llegar hasta los últimos pisos -dijo la gatita peliblanca mirando a todos - deben tener precaución ya que hay cuartos que conectan ambos lados de las escaleras -prosigio la pelinegra, con un asentir de los dioses y diablos siguieron corriendo.

-disculpen a las dos pero ...¿como es que este lugar no supo defenderse ante la invasión, no que tenían una gran paz? -pregunto Elux dirigiéndose a las gemelas que guiaban el grupo por ahora.

- ¡Elux!-mirando fijamente a la diosa, Justim reprochaba a la bicolor en susurros - nuestro mundo puede que haya estado con una paz - empezó a decir Ater aun guiando al grupo con ahora una caminata tranquila, aunque presentaba una mirada de tristeza.

-una paz que siempre anhelaron la señorita Etihw y el señor Kcalb, pero esta invasión nos tomo de improvistos - Arbus continuo la historia de su hermana.

The Flame GardenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora