Aquella fría noche de invierno, un gélido viento les acariciaba mientras Tyler y Derek contemplaban el oscuro abismo que se cernía a sus pies.
La azotea de aquel edificio, el cual había sido abandonado en plena construcción, era uno de sus lugares preferidos. Allí se sentían libres, alejados de la sucia ciudad que ahora yacía resplandeciente en la oscuridad.
El profundo silencio fue interrumpido por Derek:
-Somos débiles- dijo con un tono melancólico.
-¿A qué te refieres?- preguntó Tyler sin dejar de mirar el vacio.
-Moriremos y desapareceremos, nada tiene sentido. La única razón por la cual no comprenderemos el significado de la vida es que esta simplemente no tiene. Si sabes que vas a morir, la vida pierde todo el sentido. "Morir voluntariamente supone que se ha reconocido, aunque sea instintivamente, el carácter irrisorio de esa costumbre, la ausencia de toda razón profunda para vivir, el carácter insensato de esa agitación cotidiana y la inutilidad del sufrimiento".
- Mantén la esperanza...
- "La esperanza es el peor de los males pues prolonga el tormento del hombre"- dijo Derek mientras se acercaba al borde.
- No me vengas con mierdas, aléjate de ahí- grito nervioso.
Tyler miró a los ojos de Derek y solo vio vacío, entonces su corazón comenzó a latir abruptamente.
- Lo que no te mata...- comenzó a decir Derek.
- Cállate y vete de ahí.
- Lo que no te mata...- repitió Derek.
- ¡¡Joder!!, ni se te ocurra.
- Te hace más fuerte- sentenció Derek.
Mientras hablaba, su cuerpo se precipitaba al vacio para ser absorbido por la obscuridad; la cual nos persigue y siempre nos encuentra. Tyler sintió como todo, la rabia, la tristeza...todo se consumía...la oscuridad que se había llevado a Derek, ahora impregnaba su alma.
