Alone

We're not alone

Hola, traigo el capítulo final, aquí se termina esta historia, pido disculpas si se me pasó alguna falta.

Esta historia se comenzó a subir cuando ya estaban las directrices escritas, tenía un desarrollo y un final a medida que lo fui editando y subiendo muchas cosas cambiaron, al principio de mis notas en el capítulo 1 les mencioné un posible lemon en estado de gestación, por cómo se dieron las cosas no sucedió así, lo lamentó.

Advertencias: Se menciona la lactancia, es un MPREG lo mas lógico es que tengan la capacidad de lactar, si para alguien es desagradable por favor no lo lea, También hay lemon (aunque no es como hubiera querido)

Disfruten.

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We're not alone

Estaba tan cansado que los ojos se le cerraban, al mismo tiempo lo único que deseaba era tenerla a su lado, su cuerpo dolía como nunca antes, se había dormido un poco apenas lo llevaron a la sala de recuperación, eso lo hizo sentir algo mal ya que deseaba permanecer consiente al cien por ciento para estar con su pequeña.

Finalmente se la trajeron, no se entero cuanto había pasado, perdió por completo la noción del tiempo, supuso que fue bastante ya que el efecto de la anestesia comenzaba a abandonar su cuerpo y la herida en su parte baja punzaba dolorosamente.

Tampoco había visto a Tatsuya, probablemente no lo dejaban entrar, necesitaba estar con él, decirle cuanto lo adoraba y agradecerle una vez más por toda la felicidad que le había entregado, era extraño ya tendrían toda la vida para decírselo pero quería verlo ahora.

Tomó a su bebé entre sus brazos, era tan pequeña que apenas si pudo sostenerla correctamente, no imaginó que cara puso cuando esta comenzó a llorar, la enfermera le dijo que debía alimentarla.

Con sumo cuidado se descubrió y la colocó como le indicaba la profesional, alimentar a un bebé era de lo más extraño, jamás pensó que un hombre estaba anatómicamente preparado para eso, si bien durante los controles de embarazo se lo habían mencionado no había alcanzado a dimensionar como sería al llegar el momento.

Al principio le costó que la bebé encontrara la forma correcta de alimentarse, finalmente logró prenderla de uno de sus pezones esta por instinto comenzó a succionar, era extraño por no decirlo algo molesto, pero por mucho fue el acto de apego más fuerte que había tenido con ella hasta ahora, el sentirla así de cerca respirando junto a él, percibiendo su corazón latir, el calor y la suavidad del diminuto cuerpo.

De pronto parecía como que el dolor y el cansancio por el reciente parto desaparecieran, todo era como un sueño idílico, ella estaba a su lado ¡Ambos estaban bien! ¿Quién hubiera imaginado meses atrás que su historia terminaría así? Los pensamientos negativos ya no existían en su cabeza, ahora debía esforzarse el doble por entregarle a su hija ser lo mejor de la vida.

Le acaricio la frente y pudo notar mucho de sus rasgos reflejados en ella, estuvo a punto de llorar de felicidad, la hubiera querido aunque hubiese salido con la misma cara de su mal llamado "padre" le amaba con una intensidad que jamás pensó poder sentir por alguien.

Cuando terminó de alimentarla la limpio y luego como le enseñaron la colocó en posición para darle golpecitos en la espalda y así evitar que terminara con algún tipo de cólico o reflujo.

Todo era nuevo y maravilloso, estaba asustado y deseaba aprender lo más pronto posible a cuidar de su bebé "nadie comienza sabiendo" le comentaban, ser padre se aprende sobre la marcha muchas veces.