¿Acaso eso significaba que la respuesta eran los de Modest Management? Subí las escaleras mientras metía el móvil en mi bolsillo y entraba sin golpear a la habitación de Harry. Tenía más de una pregunta que hacerle.
—Harry necesito qu- —pero el verlo de espaldas con solamente unos ajustados boxers grises me secó la garganta. Volteó y se notó por su expresión que estaba sorprendido. Al sentir como mis mejillas se incendiaban me tapé los ojos con una de mis manos.
—____________, ¿qué haces aquí?
—Yo.. ehm.. ¿podrías ponerte un pantalón, por favor? Esto es incómodo —lo oí caminar por la habitación y luego habló.
—Ya puedes ver —me quité la mano del rostro y llevaba unos jeans típicos en él, sin abrochar.. me golpee mentalmente y volví a ver sus ojos.
—Tenemos que hablar.. de varias cosas —avisé mientras me acercaba a la cama donde él estaba sentado despreocupadamente.
—Bien —golpeó el lugar a su lado y yo me senté—. Comienza..
—Bueno, lo primero que quiero saber es.. ¿esos dos tipos son sus managers? —soltó un suspiro y asintió.
—Son dos de los muchos managers que trabajan en Modest Management.
—¿Y qué fue lo que te hicieron para que los detestaras tanto? —me miró y elevó una ceja—. Oh vamos, te conozco como la palma de mi mano. Se notó en tu forma de hablar y de mirarlos.. —sonrió a medias y luego perdió su vista en algún punto de la alfombra color beige que había bajo nuestros pies.
—Los managers se encargan de organizar entrevistas, shows, giras, firmas de autógrafos y muchas cosas mas. Pero también se encargan de la imagen que nosotros le damos al mundo, y a nuestras fanáticas —asentí prestándole muchísima atención—. En este caso, Modest Management nos ha asignado, por así decirlo, una personalidad a cada uno —fruncí el ceño y él bufó—. Yo soy el mujeriego y rompecorazones.
—Bueno, sales con muchas chicas pero.. no eres un mujeriego malo —ambos reímos—. Entiendes lo que quiero decir —asintió y luego siguió explicando.
—Liam es el responsable, sería como nuestro padre. Niall es el tierno, el romántico. Zayn es el chico malo y misterioso. Y Louis es el inmaduro y bufón.
—Eso no es justo, ¿por qué ellos deben asignarles personalidades? ¿Acaso no pueden ser ustedes mismos?
—Con estos managers, no —fruncí el ceño—. Eso también explica un poco mi distancia con Louis.
—La última vez que los vi hace un año, eran inseparables —sonrió con melancolía y asintió levemente.
—Lo éramos, hasta que comenzamos con la fama, las fans empezaron a correr rumores de que Louis y yo salíamos, Larry Stylinson, escándalos y los managers terminaron arruinando nuestra amistad —dudé unos segundos y luego pregunté.
—Pero, no salieron, ¿cierto? —me miró y parecía molesto.
—¿Acaso crees que soy gay?
—Harry eso no tiene nada de malo, solamente estoy preguntando.
—Claro que no, éramos como hermanos —suspiré—. Luego ellos hicieron que Louis conociera a Eleanor y comenzaron a salir. Juntaron a Zayn con Perrie de nuevo, Liam y Danielle no fueron obra suya, gracias al cielo.. y yo.. bueno, digamos que mis managers y el manager de Taylor se llevan bastante bien.
—Vaya.. debe ser complicado vivir manteniendo tantas mentiras.
—Sí pero creo que al final siempre vale la pena —se encogió de hombros.
—¿Y ahora a qué han venido? —clavó sus ojos en mi y tomó mis manos.
—Bien.. ultimamente tu y yo hemos estado... bastante unidos cuando me acompañaste a las entrevistas y demás cosas..
—Quieren quitarme del medio —afirmé interrumpiéndolo. Me puse de pie molesta.. muy molesta.
—_________, no van a lograrlo. Yo no voy a permitirlo y Zayn bueno.. él también esta en contra de eso —algo dentro mio se removió al oír que Zayn no quería que me fuera.
—No van a borrarme del mapa como si no fuera nada.
—No, claro que no. Pero llegamos al acuerdo de que puedes quedarte pero dejarás de acompañarnos a las entrevistas y esas cosas..
—¿Y qué se supone que voy a hacer? ¿Quedarme tejiendo todo el año mientras ustedes pasan solamente cinco minutos en la casa?
—_________ entiende —comenzó poniéndose de pie y acercándose—, por ahora a ellos les parece bien y si es la única forma de mantenerte conmigo.. te ataré al sofá —tomó mis manos y dio un paso más cerca—. No quiero perderte.. —lo miré durante interminables segundos en los que mis pensamientos me dieron jaqueca. Bien, había bastantes cosas para asmiliar. Pero antes debía hablar un último tema con él.
—Cuéntame lo sucedido anoche —hablé cortante. Noté como el nerviosismo entró a su cuerpo y me soltó las manos enseguida.
—¿Lo sucedido anoche? Creo que eso debes preguntárselo a Zayn.
—Hablo de lo que sucedió cuando volví a la casa ebria..
—No sucedió nada, te fuiste a dormir. Eso fue todo —volteó y comenzó a ordenar ropa que ya estaba ordenada.
—Te besé —detuvo todo su accionar y volvió a mirarme.
—¿Lo recuerdas?
—Es lo único que recuerdo —mentí. No recordaba nada pero no iba a admitir que lo había oído hablando con Gemma en la cocina.
—Mejor así porque fue un error —fruncí el ceño mientras lo veía continuar ordenando cosas ordenadas.
—¿A qué te refieres con eso? ¿Acaso no te gustó? —continuó con lo que hacía ignorándome—. Vaya, no sabía que besaba tan mal.
—Cállate, ¿quieres? —contestó molesto.
—Bien —contraataqué mientras caminaba hacia la puerta pero cuando estaba apunto de poner un pie fuera me tomó de la muñeca, me volteó y me pegó a su cuerpo. Mi respiración se volvió irregular y traté de no desmayarme en ese momento. ¿Desde cuando me afectaba tanto la cercanía de Harry?
—Voy a decirte esto porque me irrita la idea de que andes por ahí pensando que no me gustó que me besaras —tomé aire y me preparé mentalmente para lo que estaba a punto de oír—. Me encantó que me besaras y créeme, te adoraría si lo hicieras otra vez.. pero estabas ebria. No sabías lo que hacías y por eso lo hiciste. Así que voy a conformarme con el simple recuerdo de lo dulce que saben tus labios, pero no creas que besas mal o que no me gustó.. ¿bien? —asentí apenas y él se alejó de mi.
—Harry, yo..
—No necesito que digas nada. Si sabes todo lo que querías ya puedes irte —contestó sin siquiera voltear a verme. Me tragué los tartamudeos y abandoné su habitación. 'Me encantó que me besaras y créeme, te adoraría si lo hicieras otra vez'. No, no, no y no. Me negué mentalmente a cualquier idea estúpida que rondara por mi cabeza en ese momento. No volvería a besarlo, eso sería una locura. Debía salir, despejar mi mente y aclarar otros temas importantes. Tomé mi teléfono, un abrigo y salí a recorrer las frías calles de Londres. Entonces mi móvil comenzó a sonar, una llamada entrante. Miré el identificador y sonreí al leer el nombre.
—¡Cassey! —contesté con una alegría imposible de ocultar. En cierto modo, Cassey era un respiro de todo este drama de Modest Management, abortos, gemelas, Mr. X y la tercera guerra mundial.
—¡_______! ¿Cómo estás? —pregunta con el mismo tono que utilicé yo al contestar.
—Algo mareada pero bien, estoy yendo al Centro Comercial. ¿Nos encontramos allá?
—En Starbucks en quince minutos.
—Ahí estaré, te veo —colgué y me apresuré para deter un taxi. Debía conversar un poco con una amiga. Danielle y Eleanor podrían haber sido buenas opciones pero ya no sé si Eleanor es Eleanor y Danielle tiene algunos demonios internos con los cuales lidiar en este momento. Sonreí al caminar dentro del Starbucks y verla sentada en una de las primeras mesas. Se puso de pie y se acercó a mi dandome un corto abrazo.
—Me alegro mucho de verte —saludó mientras nos sentábamos.
—Gracias por venir, mi cabeza está a punto de estallar —me miró cambiando su semblante y suspiró.
—Déjame adivinar, ¿tu mejor amigo y el chico con novia? —bufé poniendo los ojos en blanco.
—Son tan asfixiantes pero al mismo tiempo.. dulces —sacudí mi cabeza levemente y bajé la mirada hacia mis manos.
—Bien, cuéntame. ¿De qué me he perdido estos días? —la puse al día con los sucesos entre Zayn, Harry y yo pero no le hablé sobre todo lo demás. Sentía confianza con Cassey, sí, pero no iba a contarle a nadie sobre aquello. Mr. X era mi pequeño secreto y debía resolverlo por mi misma.
—Y sinceramente ya no se que hacer con ambos —finalicé soltando un suspiro.
—Bien, me sorprende la repentina declaración de Harry y no me sorprende el que Zayn haya pasado la noche con Perrie. Quiero decir, se nota a leguas la personalidad de Zayn. Parece un chico malo de barrios bajos, __________. Y probablemente no esté tan errada en lo que digo.
—Zayn no es así, no conmigo. Es diferente, él me trata diferente todo el tiempo y yo lo noto. Pero me confunde. Ha dicho que quería darme una oportunidad y que trataríamos de llevar bien esto pero apenas paso cinco minutos diarios con él y luego vengo a enterarme de que duerme con ella.
—Creo que eso deberías planteárselo a él. Puedes hablarlo con él y ambos probablemente lleguen a algun acuerdo. Ahora, con el tema de Harry.. no creo que sea para ti —fruncí el ceño.
—¿Por qué no? —yo creía que no podía ver a Harry como algo más pero, ¿así era también para el resto del mundo? ¿No podían imaginarme a mi y a Harry como algo más que solo amigos?
—No lo sé, _________. Simplemente no encajan. Pueden ser muy buenos amigos pero no creo que sea adecuado para ti.
—Yo tampoco lo creo —continuamos conversando y ella me comentó diversas cosas sobre su vida cotidiana. Y aunque yo intenté con toda mi fuerza de voluntad prestarle atención todo lo que tenía en mente me distraía constantemente. Entonces pensé que apenas llegara a casa, llamaría a Danielle. Seguramente necesitaría un poco de apoyo en este duro momento de su vida pero aún seguía sin lograr comprender porque hizo algo así. Entonces la voz de Cassey fue interrumpida por unos cuantos gritos y cuando me di cuenta nos rodeaban alrededor de 25 paparazzis llenándome de preguntas.
—¡¿Es verdad el rumor, ___________?!
—¡¿Qué piensa Harry al respecto?! ¡¿Se lo has dicho?!
—¡¿Piensas abortar?!
—¡¿Crees que esto puede arruinar la carrera profesional de Harry?!
—¡¿De qué están hablando?! —pregunté consternada en un grito histérico mientras intentaba detener las luces destellantes con mis manos delante de mi rostro. Cassey, no se que demonios pasaba con ella pero yo me encontraba petrificada en la silla, pegada contra una de las paredes de vidrio del bar intentando respirar y procesar lo que sucedía.
—Sobre tu embarazo —fruncí el ceño escandalizada.
—¡¿Mi qué?! ¡Yo no estoy embarazada! —contesté al segundo.
—¡Háganse a un lado! —se oyeron voces femeninas molestas—. ¡No pueden irrumpir así en un bar! —al parecer eran algunas de las encargadas del Starbucks. Comenzaron a empujar a los paparazzis hasta sacarlos completamente del local y cerraron las puertas.
—¡¿Qué demonios acaba de pasar?! —pregunté histérica girándome para ver a Cassey pero ella ya no estaba. Fruncí el ceño.
—Señorita ________________ —me llamó la atención una joven. Rubia, no más de 20 años con una sonrisa que me dio un poco de paz—. ¿Quiere que llamemos a alguien para que pase por usted? —suspiré y negué.
—Ya lo hago yo —saqué el móvil de mi bolsillo y pensé que si llamaba a Harry iba a soltarme toda su ira encima y me daría un sermón durante horas diciéndome que debía dejar de salir sola, que podría haberme pasado algo, bla, bla, bla. Así que marqué otro numero.
—¿_________? —oí la voz al otro lado del teléfono.
—Niall, ¿estás ocupado? —pregunté previamente. No quería interrumpirlo con mis problemas.
—No estoy haciendo nada importante, ¿en dónde estás? —preguntó curioso.
—Eh, es una larga historia. ¿Podrías venir a buscarme al Starbucks del Centro Comercial?
—Claro, ¿estás bien? —suspiré.
—Sí, sí. Ah y Niall, trae a Paul contigo —y colgué. No quería continuar hablando sobre esto por teléfono. Me sentía devastada, como una estúpida. Estaba claro que yo ya no era una chica más en las calles de Londres, ahora era la mejor amiga de la banda del momento y, al parecer, madre del futuro hijo de Harry Styles. Fruncí el ceño con la idea. Tomé mi móvil y marqué.
—Hola, te has comunicado con Cassey. En este momento no puedo atenderte pero déjame un mensaje después del tono, ¡adiós!
—Eh, hola Cassey. Soy _________, ¿en dónde diablos estás? Siento el alboroto de los paparazzis, no tenía ni idea. Cuando puedas llámame, estoy un poco preocupada. Hasta pronto —colgué y llevé mi mirada hacia la puerta. Los paparazzis seguían ahí, insistentes, golpeando las puertas de vidrio del local y tratando de entrar.
—Llamaremos a la policía, esto es increíble —protestó una de las jovenes con uniforme del lugar mientras caminaba hacia un pequeño cuarto que había detrás de la barra. Bufé mientras me ponía de pie y caminaba de un lado al otro, todas las personas presentes en el bar me miraban en silencio o susurrando con su acompañante con ojos expectantes en cada uno de mis movimientos. Suspiré intentando calmarme, ya había perdido la noción del tiempo y no sabía exactamente cuánto hacía que llevaba ahí. Las personas comenzaron a irse hasta que el local acabó vacío. Miré mi reloj de muñeca y recién marcaba las dos de la tarde. En eso noté como la policía escoltaba a todos los paparazzis fuera del lugar dejando el área despejada pero me negué a salir y arriesgarme. De seguro esperarían fuera del Centro Comercial, esos hombres eran tan insistentes. Me dejé caer en la silla donde me encontraba anteriormente y la misma joven rubia se acercó y me puso enfrente un frapuccino de dulce de leche similar al que había bebido antes. La miré y fruncí el ceño.
—Ese va de parte de la casa, por todo el alboroto.
—Oh no, déjame pagarlo —se negó y desapareció con una sonrisa antes de que pudiera sacar mi billetera. Bien, iba a beberlo. Necesitaba pensar, tenía tantas cosas en mente. ¿Cómo sabían los paparazzis que yo me encontraba en Starbucks? La única que lo sabía era Cassey y ella había estado a mi lado todo el tiempo. ¿Qué tenían que ver los managers de los chicos con la gemela de Eleanor? ¿Y con Danielle? Y entonces una luz destelló en mi interior y me encandiló con la verdad. Las acertadas palabras de uno de los paparazzis me llevaron a la respuesta. '¿Crees que esto puede arruinar la carrera profesional de Harry?'. Ellos la obligaron a hacerlo.
