Me siento enfrente de Auden y le voy examinando la herida parece que tiene algo clavado dentro, el por mientras empieza con la historia.
-Por donde empiezo?
-Por el principio.
-Está bien pues...todo empezó en Seattle veras yo no encajaba con nadie era un chico abandonado al que le gustaba el football y el skate, tiempo después entrenando con la pelota y el skate empezé a hacer "amigos" de mi edad eran chicos malos pero eran muy guays y todo el mundo les temía, y sin darme cuenta me dejé enredar al principio me sentía fatal con lo que hacía pero luego me empezó a gustar el su bidón de adrenalina que te provocaba el miedo a que te pillasen, luego fue cuando conocí la cárcel por primera vez.Le miro horrorizada no me puedo creer que Auden halla estado en la cárcel me estremezco al pensarlo y Auden parece notarlo porque pone cara de preocupación.
-Mis padres al ver lo que me estaba pasando decidieron que lo mejor sería mudarse y nos fuimos a Londres, pero allí todo volvió a empezar, me mezclaba con los que más imponían de todos, les faltabamos el respeto a las mujeres,robábamos,fumábamos, bebíamos, pero entonces llegaron ellos Marco, el rubio de ojos azules y Harry el moreno de ojos verdes jade, con ellos dos las cosas empeoraron y no fue que me di cuenta de lo que estábamos haciendo hasta que
Se para y es porque le estoy sacando el cristal toda esta historia me desconcierta mucho como es posible que, bueno, que halla hecho esas cosas no me lo creo. Estoy terminando de coserle la herida pero Auden no a continuado.
-Auden continua.
-No puedo.
-Auden si que puedes yo no me pienso mover de aquí hasta que no me lo cuentes.
-No quiero que sepas esta parte de la historia.
-Auden por favor necesito saberlo, necesito saber a que atenerme si vuelven.
-Vale, pero por favor no te vallas.
-Y adonde iba a ir he esta es mi casa.Digo esbozando una media sonrisa porque estoy bastante nerviosa y no quiero que Auden me lo note pero quiero terminar de saber su historia y todo lo que le ha llevado a este momento, necesito saberlo. Parece que le he convencido ya que continua.
-Una noche habíamos bebido mucho y no se a que idiota se le ocurrió jugar a verdad prueba o desafío, bueno el caso es que me toco a mi hacer el desafío, Marco y Harry no estaban y si lo llegan a estar me parten la boca, bueno el reto me lo puso uno de mis mejores colegas de allá entonces, Tristan, el reto era que tenia que llevarme a una chica de allí que fuera virgen y conseguir que dejara de ser lo en menos de dos semanas yo acepte el reto y la recompensa eran 500 dólares, al cabo de una semana ella ya no era virgen y no fue hasta entonces que me enteré de que el hermano de esa chica era Harry, cuando se enteraron los dos me dieron una soberana paliza acabé grave en el hospital con una costilla rota y por casi mato a Marco le di de puñetazos y patadas hasta que dejó de moverse hasta llegué a pensar que de verdad lo había matado, yo volví a la cárcel y ellos se libraron de todos los problemas que podrían haber tenido, cuando salí de la cárcel nos mudamos aquí y yo no se lo dije a nadie salvo a dos personas en las que mas confiaba y resulta que una de ellas me a traicionado.
Me quedo callada asimilando tanta información, Auden a estado en la cárcel, le quitó la virginidad a una chica inocente por una apuesta, le rompieron dos costillas, casi mata a un chico, ahora mismo siento unas ganas de gritar y de llorar increíbles siento como la angustia me pesa dentro y apenas puedo respirar.
-Di algo por favor.
Pero ni siquiera puedo hablar, salgo escopeta da del baño y salgo a la terraza,noto como el aire frío de la noche me envuelve en su abrazo y entonces noto unos brazos fuertes rodeando me, al principio me estremezco pero luego dejo que me abrace, ni siquiera sé porqué lo hago sabiendo todo lo que a hecho, pero sin embargo no puedo odiarlo ya que a mi no me a dado motivos para ello, y vuelve repetir las palabras que me a dicho en baño.
-Di algo por favor.
-Que quieres que te diga Auden?.
-No lo sé solo necesito saber que no me vas a dejar aunque te halla dicho todo esto por favor solo necesitó saber eso.
-No lo haré, no te dejaré.
-Gracias.Vuelve a estrechar me entre sus brazos y me vuelvo a sentir segura, la noche nos envuelve y nosotros permanecemos abrazados hasta que Auden se separa de mi y me mira.
-Gracias por lo del hombro ya a penas me duele algo.
-No tienes porque darme las.
-Si si que tengo, te doy las gracias porque a pesar de que te he contado toda la verdad no te has ido ni me has odiado.
-No tengo motivos para hacerlo.
-Si, si que los tienes y aún así.
-Auden calla, no puedo odiarte porque no me has hecho nada que me incite a odiarte, entiendes?.
-Si.
-Por cierto Auden puedo hacerte una pregunta?
-Si claro.
-Cuantos años tienes?Parece que la pregunta le ha pillado un poco por sorpresa ya que tarda unos instantes en contestar.
-Tengo 19
-Así que has repetido dos veces.
-No, una fue por la cárcel y la otra fue al cambiarme de estado.
-Ah
-Y tu tienes 17 a que sí.
-Si co-como lo sabes?Digo completamente roja.
-Porque todavía tienes un poco de redondez infantil, tus rasgos todavía no se han afinado del todo y porque te dejaste el monedero con tu identificador estudiantil (Carnet de estudiante) en el que pone edad: 17 años en mi chaqueta, seguramente cuando fuiste a comprar la coca-cola.
Pero será cabrón ni siquiera me lo había dicho.
-Vale capullo con descendiente me das ya mi cartera?
-No.
-!!!QUEEE¡¡¡
-Que no.
-Auden.
-Está bien te la daré.
-Gracias.
-Pero solo si la coges.Según dice eso se pone de puntillas y por más que salte no consigo llegar a su brazo, vuelvo a saltar y esta vez nos caemos los dos, aterrizo encima de Auden el cual esta riendo como un niño pequeño del cual la risa es contagiosa, nos tiramos riendo un buen rato hasta que paramos y veo a Auden muy serio y es cuando me doy cuenta de que estoy sentada a horcajadas encima de el, Auden nos mueve y acabo debajo de el con la cara muy cerca de la suya, Auden se mueve un poco para quedar mejor encajado entre mis piernas.
-Auden
Jadeo le tengo muy cerca y quiero acariciarle el rostro y besarlo, Auden se inclina despacio sobre mi cabeza y cuando estamos a punto de besarnos, oigo como la puerta de mi casa se abre.