Diario De Los Textos Que Nunca Viste

Maduro

Abril 24, 2016

Aqui esta como te lo muestro:

Soy un hombre maduro de 24 años con la mente de 24 años con objetivos reales y tangibles y con una forma de alcanzarlos. Puedo decir la cague, puedo reconocer todos mis errores y también todos mis aciertos. Puedo amar a una mujer con toda mi alma y no dejar que me detenga su partida. Sé lo idiota que fui dejándote muchas de las mayores decisiones a ti. y si, puedo ser infantil en muchos momentos, es parte de quien soy y lo acepto. soy totalmente honesto conmigo. por eso hoy puedo decirme a mi mismo: Amo a quién tú eres y por ti, daría absolutamente todo. Soy yo pleno y totalmente consciente lo digo. y lo sé, sé que no soy el mejor del mundo, pero doy todo mi esfuerzo cuando amo algo. y por eso es que no me doy por vencido. por que sé que puedo ofrecerte mucho más y quizá no en términos materiales, porque no tengo como hacerlo, pero lo que si puedo ofrecerte es un Salvador distinto. Un salvador maduro. Soy independiente, aun viviendo en casa de mi madre, soy casi autosuficiente. Yo lo único que he querido siempre, y más habiéndome redescubierto, es ayudarte a la cima sin descuidar mi propio escale a la cima. yo no quiero un romance de preparatoria o de universidad, quiero tener y poder ser un apoyo constante. Quiero ayudarte a volar y alcanzarte en tu vuelo. Te lo dije antes y creo que ahora es más válido que antes: Te amo como para asumir todas las consecuencias de ello. No me importa si hay que esconderse de tu padre, por mi, iría a conocerlo en este momento. ¿Lo que la gente diga? es su problema. No te pido lamentar. Te pido la oportunidad de conocerme de nuevo. De ver que no soy el de antes. De ver que yo también me importo. tu decides.

Si esto no te gusta, entonces se acabó. no tienes que preocuparte más por mi. Se acabó el tiempo en que Salvador Canalizo Corral se dedicó a quedar como el tonto. Me doy por vencido tratando de conquistarte de nuevo. No puedo seguir haciéndolo y lamento que me esté tomando tanto tiempo averiguarlo, pero te prometo que terminé de quedar como un idiota enamorado. Quiero que todo esté bien. Jamás te daré la espalda y por más que me duela estaré aquí para apoyarte. So, lo que sucederá es que nos toparemos de vez en cuando y hablaremos también, y seguramente te contaré historias de como mi trabajo me esta volviendo loco y tu me contarás de como tu carrera de derecho va viento en popa o de como te ligaste a un chico y yo estaré disgustado, hasta molesto, pero reiré. y no habrá un "¿como estás?" o un "¡Que gusto me da verte!" por que de verdad me dará gusto verte. ¿crees poder con ello?