¡Váyanse!

Todo comenzó una noche en la se me ocurrió hacer una fiesta en mi casa nueva. Entre risas y música vi a un joven desconocido que por curiosidad me acerque y le pregunte si lo conocía, en lo que él contestó "Él quiere que se vayan, ustedes son intrusos en su casa" yo lo ignoré y seguí disfrutando de la fiesta y de mi casa que se sentía muy cómoda.

Al finalizar la fiesta, estaba cansada entonces decidí acostarme cuando iba para mi habitación sentí un murmullo detrás de la puerta, en eses instante pensé lo que ese joven me había dicho. Tomé un cuchillo y sin temor abrí la puerta, cuando entré a la habitación no había nada. Creí que sería imaginación mía y me dormí. Pasaron días y días y los murmullos seguían.

Una noche cuando bajé a la lavandería, sentí un gran escalofrió. Cuando metí la ropa para lavarla sentí un golpe que venia de la cocina. Fui hacia allí y se cortó la luz de golpe, el miedo crecía rápidamente. En ese instante, mientras subía desesperadamente, algo me agarró la pierna, como una presencia que había en ese lugar.

Luego de superar el susto me dirigí hacia mi trabajo. Allí un compañero me comentó que en esa casa vivía el viejo Jones, me dijo que él estaba loco de amor por su esposa y que construyó esa casa con sus propias manos, tiempo después su mujer falleció y él muere solo allí.

Esa misma noche decidí invitar a cenar a mi amiga, ella tenia un mal presentimiento sobre la casa, en la noche sintió los murmullos y entró a la habitación, nuevamente no había nada, ella se quedó parada allí y sintió una respiración en la nuca, al darse vuelta no había nadie.

Decidí vivir con este miedo que crecía día a día, con el tiempo conocí a un chico que se convirtió en mi pareja, nos mudamos. Yo jamás le conté lo que sucedía en mi casa; La primera noche, luego de la cena, nos fuimos a dormir, Nicolás mi pareja quedo en la habitación, yo salí del cuarto y me dirigía al baño y fue en ese momento donde vi al viejo Jones, era alto, su rostro podrido y rodeado de moscas, me quede paralizada , mientras él me decía: ¡Váyanse!

Decidí contarle a Nicolás ese momento terrorífico, tomó su arma y recorrió la casa, llegó a la lavandería y vio al espíritu del viejo Jones escribiendo con sangre la palabra ¡Váyanse! en todas partes.

Luego de vivir unos días con estos hechos noches tras noches, decidimos mudarnos.

La casa estuvo 6 meses en el mercado y fue comprada por una familia extranjera, luego de vivir esos hechos no quise saber más nada sobre la casa.