I want to be with you

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Hola a todos, escapándome de mis deberes escribí esta pequeña historia inspirada/adaptada/tomada de la hermosa historia de Mike Inel "Draw with me" porque es hermosa y no pude evitar pensar en la parejita (ya que al fandom les gusta verlos sufrir cofcofcof....separándolos) ....ejem...ya pues, solo espero que les guste y bueno...si ya conocen a donde va llegar esto...pues, ya saben a que se atienen XD

Pd. Ni los personajes ni las imagenes me pertenecen, creditos a sus autores. 

(Este fic fue escrito en el 2016)

¡Saludos!

...

Blanco. Es lo primero que pudó ver. Los ojos de Alfred estaban arenosos, pesados. Su cuerpo se sentía adormilado y sus sentidos comienzaron a despertar poco a poco. Entonces, pudó ver donde estaba, aunque eso no le ayudaría en nada.

Estaba atrapado. No había puertas ni ventanas. La inmensidad le comenzaba a aterrar de golpe y dandose cuenta que no recuerdaba que había pasado, su boca se secó.

<<¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy aquí encerrado? >>

Levantándose, retrocedio con piernas temblorosas al exigirse una respuesta. Pero no la había...

"Tumb"

El frio inesperado en su cola lobuna y su mano le hicieron brincar. Era una pared o mejor dicho, un cristal con lo que había chocado. Sus orejas se levantaron y comenzó a palpar la pared de vidrio. Miró a lo largo de este y un escalofrió recorrío su cuello. No parecía tener fin.

<<No... no puede ser. No puedo quedarme aquí...pero ¿Y si no puedo escapar? Yo...>>

- ¿Umh? ¡¡¡Ey!!!

Gritó con fuerza agitando los brazos al notar que no estaba solo. Había una persona más ahí.

Era un conejo. Un conejo de ojos esmeraldas y orejas largas que caían sobre sus hombros, escurridas desde la mata de cabellos rubios en su cabeza.

-¡Hola soy Alfred!

Dijo el lobo sin esconder su emoción. Pero el conejo solo le miró extrañado, arrugando su frente y haciendo que sus gruesas cejas de oruga casi se beran al tocarse una a la otra con su mueca.

-¡Soy Alfred! -Repitió con fuerza.-¿Cómo te llamas?

El conejo hizo una mueca negando.

-¿Umh?

Los labios del conejo se muevieron pero no habo sonido alguno. Alfred se dio cuenta de lo que sucedia. El conejo señaló sus orejas y le dio a entender que no escuchaba sus palabras así como el lobo a él.

El cristal no lo permitía.

Alfred tomó aire y miró a todos lados " ¿Qué puedo hacer? " Cruzó los brazos pensante, cabeceaba para que las ideas fluyeran, miró de nuevo al conejo del otro lado y al toparse con su iris, se quedó hipnotizado por estos. "Son muy bonitos".

El miedo que antes le acosaba, se había esfumado sin que lo notara.

<<Quiero saber su nombre...>>

Alfred gruñó guardando sus manos en los bolsillos de su sudadera enfadandose consigo mismo porque no se le ocurría nada. Fue entonces que sintío lo que llevaba con él. Era un par de tizas escondidas en los bolsillos de  sus ropas. Con ojos brillantes y alegres, Alfred miró al conejo que parecía estar confundido cuando el lobo le señaló el techo.

Sin saber a ciencia cierta si el cristal tenía fin antes de llegar al techo, Alfred se preparó y con fuerza lanzó la tiza de manera que pasara al lado con  del conejo.

Dibuja conmigo( Us x Uk )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora