Miley
Pasaron algunos días antes de que me atreviera a tender el teléfono, odiaba que Nick me hiciera sentir de esta manera luego de tantos años. Odiaba la manera en que me hacía quererlo luego de que el había decidido largarse, dejándome y a la semana fuera fotografiado con otra chica. En tantas canciones lo plasmé, intentando que llegara un mensaje para él pero el jamás atendió a mis llamados que eran bien directos a decir verdad, por eso había decidido que no iba a ser la tonta nuevamente. Pero si el quería luchar por mi, aquí estoy.
Al cuarto día decidí contestar, Nick había llamado cada día.
- ¡Miley! eh, Hola - Me dice con emoción.
- Hola Nick, ¿Qué tal te va todo? - Trato de ocultar mi nerviosismo.
- Me alegra de que me hayas contestado, había estado deseando el momento que lo hicieras. - Dice Nick con determinación, yo quedo sin palabras.
- Y a mi, me alegra que hayas insistido. - Sonrío al no creer lo que había dicho.
- Pues, hoy es día de barboca con mi familia,¿te gustaría venir? -Se escuchan algunas risas.
- En verdad,me encantaría.
- Genial, paso por ti en dos horas. Nos vemos
- Bye.
¿¡Qué es lo que había hecho?! ¿Ver a la familia de Nick después de todo este tiempo? ¿Perdí la razón? Creo que mis ganas de verlo eran gigantes para acceder a ver a la familia, digo, es una familia asombrosa, pero eso no quita el hecho de que el sea mi ex. Como sea, había intentado guardarme ese pensamiento mientras me arreglaba para el asado. No quise ponerle mucho énfasis en el vestuario y menos en el maquillaje, iba a ser un día relajado. Claramente algo para los labios porque no iba a dejar pasar este día sin robarle un beso.
Nick
Mi familia me pidió que invitara a Miley a la barbacoa y yo obviamente se lo mencioné. Estos casi cuatro días sin saber nada de ella ahora que estábamos nuevamente en plan de hablarnos habían sido una eternidad. Estuve hora y media sentado mirando la hora en mi teléfono, de vez en cuando riéndome por algún chiste que decía Joe. Cuando ya quedaban treinta minutos salí rápidamente de mi casa, Joe me gritó que al apresurarme parecía nena pero como siempre no lo tomé en cuenta.
Al faltar 15 minutos yo ya estaba fuera de su casa esperando a que saliera. Pero al parecer ella lo había notado y salió antes. ¡Por Dios! Que bella era. No entendía como pude haberla dejado, era la mujer más hermosa en el planeta y ahora iba a subirse a mi auto. Deseaba besarla en ese instante, pero sabía que no podía. Ella necesitaba tiempo y espacio para perdonar, y yo pensaba dárselo, siempre y cuando ella esté junto a mi.
Me apresuré a saludarla y remarcarle lo preciosa que se veía. Ella me besó la mejilla y luego me abrazó.
Estuvimos la mayoría de la tarde compartiendo con mi familia, ella ni siquiera tenia que esforzarse por ser simpática lo tenía innato. Me encantaba el escucharla reír pero quería tomarla y llevarla a un lugar en el que pudiéramos estar solos y arreglar todo lo que tenemos que arreglar . No tuve que pensarlo tanto cuando ella se me acercó y me pidió un paseo por la nueva casa.
- Está muy bonita la casa - Me dijo ella luego de que le haya mostrado parte de la casa. Yo solo la miraba. - Creo que deberíamos conversar - Mira hacia abajo. Ahora las cosas se estaban intensificando.
- Por supuesto, pero deberíamos conversar en otro lugar - La tomo de la mano y la dirijo hacia la azotea. Era un lugar lleno de vegetación y luces. Mi lugar favorito en el mundo. - Es bonito tenerte nuevamente aquí.
- Veo que le hiciste varios cambios - Dice ella mientras observa.
- Créeme que sigue teniendo el mismo significado para mi - Yo hablaba de la azotea obviamente, ¿o no?.
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Segundas Oportunidades | A Niley Story
Fanfiction"Quiero creer que estoy volviendo con mi peor y mi mejor historia conozco este camino de memoria pero igual me sorprendo" - Mario Benedetti