Y aprendí que el tiempo no borra esos pensamientos ni destruye sentimientos, solo los pasa a una especie de sala de espera, en la que si no tengo visitas la ocupo para delirar felicidad...

En la sala de espera
Y aprendí que el tiempo no borra esos pensamientos ni destruye sentimientos, solo los pasa a una especie de sala de espera, en la que si no tengo visitas la ocupo para delirar felicidad...