Entre tu y yo

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Editado

Estaban sentados uno frente al otro, sus corazones latían normales, sus respiraciones no estaban sincronizadas ni muchos menos sus miradas.

Yoongi, pelo gris que contrastaba con los pétalos rosados de los árboles de cerezos que se erguían con orgullo a su alrededor.

Jimin, pelo negro como el cielo nocturno, que resaltaba por sobre el paisaje que a mediados de mayo comenzaba cambiar.

Ambos esperaban a alguien, ninguno sabía a quien esperaba el contrario. Jimin jugaba con un pétalo que cayó para acariciar su rostro. Yoongi acariciaba a un perro que juguetón se acercó para sentir su blanca piel.

Los minutos pasaban lentos, y las personas que esperaban no aparecían. A su alrededor las personas circulaban tranquilas, sin prisa y sin detenerse a admirar el lugar.

Yoongi miró la hora, casi veinte minutos de retraso, los mismos minutos que estaba tarde la persona que esperaba Jimin o eso pudo aproximar él, ya que vivir amarrado a un horario, no era muy lo suyo.

Una esbelta y alta silueta agitaba una mano con fervor mientras caminaba veloz al encuentro de uno de los chicos, o tal vez - solo si el universo es lo bastante bromista- de los dos.

-Siento llegar tarde.

Se disculpó Jin posicionandose en medio de los chicos que esperaban sentados. ¿A quién le hablaba? A mí, pensaron a la vez.

-¿Pero que hacen? Al menos pudieron conversar mientras no llegaba.

Los ojos de ambos chicos se abrieron como platos y por fin sus miradas hicieron conexión, sonrojándose levemente al instante en que se pusieron de pie, notando que su estatura no era muy diferente.

El recién llegado los presentó, y ellos se saludaron tímidamente, no porque fueran tímidos, más bien por la vergüenza que sentían.

-Pensé que vendrías con alguien Jimin.

Habló el más alto, esperando que no fuera el último en llegar, pero el nombrado contestó con un "nos estará esperando en la galería", haciendo que el otro hiciera una mueca de decepción.

Sin más preámbulos se dirigieron a una galería de arte. Porque si, uno de ellos era artista. Jimin enseñaba arte en una pequeña escuela a niños de primaria y en sus ratos libres pintaba lo que podía interpretar de sus sueños.

-Nos hubieses esperado también en la galería.

Habló el alto rompiendo el silencio.

-Tenía algunas cosas que hacer por estos alrededores hyung.

Respondió Jimin.

Yoongi se mantenía al margen del intercambio de palabras que tenían los dos individuos, porque eso en ningún planeta se podía considerar una real conversación.

-¿Qué tal el trabajo Suga?

Preguntó el mayor a un desconcentrado Yoongi.

-Pues, ya sabes, solo trabajo cuando la inspiración decide aparecer.

Contesto seco para no seguir hablando en todo el camino.

Llegaron a un recinto que destacaba por sobre sus vecinos, poseía una arquitectura renacentista que Yoongi estaba seguro no haber visto nunca antes en Corea.

Afuera, con un pie apoyado en la pared y de brazos cruzados, los esperaba un chico de cabello oscuro, piel clara y si no fuera porque sonrió al ver que se acercaban, no hubiesen notado los dientes de conejo que sobresalían de su boca.

Between Me And You [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora