-Estoy harta. Me quiero largar de aquí en este instante.
Ana Rodríguez era una estudiante común, tenía su grupo de amigas y las solía querrer pero había veces que no, no porque fueran malas, sino, porque a veces sin darse cuenta la lastimaban.
-Tranquila Ana, solo faltan dos meses para salir y después te olvidaras de todos ellos para siempre...
Era el mismo guión de siempre, Ana se quejaba y Alejandra la trataba de tranquilizar, ella, era la única que entendía el porque de las cosas, incluso mejor que Ana.
-Pero es que entiende Ale, ya no lo soporto, ya no quiero venir, cada día para mi es una tortura desde que...-se quedó callada y viendo hacía ninguna parte en específico. Tuvo que tomar una gran bocana de aire y armarse de valor para no derramar una lagrima antes de poder seguir su oración- desde que ella murió...
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