VACÍO

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Me encontraba sentado, mirando por la ventana y aburrido de todo lo que pasaba mi alrededor( personas riéndose, hablando, jugando y tal vez, sólo tal vez prestando atención al maestro que se encontraba dictando una clase de pedagogía o algún tema similar) absorto en mis pensamientos, no creía aun lo que pasaba realmente, como era posible que está gente no se diera cuenta de la clase de peligro que está adelante de ellos. Lamentablemente era por supuesto la razón por la que me encontraba allí, para cuidarlos, protegerlos, ¿pero porque yo? cuando lo único que me producen es lástima.
No era la persona indicada para estos puestos, en un mundo donde las sombras están en cualquier lugar acechando a estos humanos, cuando ni siquiera puedo utilizar mi verdadero Don.

Creo que me adelante.
Soy David Dark.
Hijo....mmm se podría decir de alguien importante dueño de una gran organización, no siendo ni el orgullo, ni el puñal de mi familia, simplemente alguien que no le gusta ayudar en demasiadas cosas.
El problema es que esta organización, no es de cualquier clase, es una especie de consejo (por así decirlo) de protección humana.
La pregunta correcta sería ¿de que los defendemos? Simple, de las sombras (demonios, el principal problema, dragones, vampiros, hombres lobo, de ellos mismos y de otra clase de monstruo fantasioso sacado de cualquier libro de un niño de 6 años).
Según el consejo, o la organización como la quieran llamar, cada ser consciente y con uso de razón, posee un Don (lo pueden llamar poder, realmente, no me interesa).
Otra cosa y no menos importante es que se podría decir que también somos parte de los malos, si lo somos, ¿por qué? Por el hecho de que la organización ejecuta a cualquier ser que se oponga a nuestro mandato.

Obviamente acabe de recibir mi trabajo, por parte del Consejo de cuidar a este instituto, que desgracia.

Se me olvidó mencionar algo, y es de la oposición en contra de nuestro mandato, que son una especie de guardianes del equilibrio (nombre más infantil no puede ser, tras del hecho estupido) que dicen ser protectores de cada ser que existe, ellos son los humanos a los que el consejo asesina.

....

Suena un timbre el cual me despierta de mi pensamiento, y entiendo que la clase ha terminado, tomo mis cosas y me voy al casillero, guardo todo, y por suerte recuerdo que no tengo más clase durante lo que queda del día.
Un grupo de tres personas se cerca y me saluda.

- Hola, nos presento, soy Alejandra, él es Tomás y ella Alex. Somos del Comité de bienvenida - dice la tal Alejandra, que desgracia ~ pienso ~ los demás se limitan a decir un hola.

- Hola - digo con simpleza.

- Te damos la bienvenida al Instituto, toma este folleto de información, te conducirá por este largo campus que tenemos, y se encuentran nuestro número por si tienes alguna duda, no dudes en llamarnos.

- Gracias - digo con una sonrisa falsa, después me encargaría de botar dicho papel que me entregaron.

- Oh por cierto no me dijiste tú nombre - dijo la tal Alejandra.

- Soy David, mucho gusto - digo con otra sonrisa y me limito a darle un beso en la mejilla.

- Ok David, ¿entonces, que te parece si pasas por el salón del Comité para entregarte algo?

- Con gusto lo haría, allí me verán.

- Nos vemos David - dice Tomás.

- bye, bye - dicen Alex y Alejandra al unísono.

- Hasta luego - digo con un poco de formalidad.

Por fin se fueron.

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Mientras me dirijo al salón del Comité, un mensaje me llegó al celular, el cual anuncia que dicho mensaje es de mi padre informando que debía de mantener un cuidado riguroso, en el Instituto se encontraban algunos grupos de guardianes.

Aquel mensaje no me alteró, sabía que debían de tener perros falderos, en el Instituto, por normativa de seguridad.
(Oh, claro, se me olvidaba mencionar que las personas del común no saben nada cerca de las dos organizaciones, ni en ninguna clase de, "ser" dominante, aparte de ellos)

Bueno por lo menos puede que haya acción, y tan solo un poco de sangre.
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Obligadamente me tocaba ir al salón del Comité que quedaba, al otro lado del campus de donde me encontraba, al llegar a mi destino...

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