*Akuna*
Todo había pasado muy rápido, cuando sólo era una pequeña niña morí por culpa de que me perdí y no tenía ninguna protección.
Pero cuando el llegó me cambió, ya no era una persona, si no que era un espíritu con poderes, ni sabía lo que estaba haciendo.
Cuando pasaron los años me convertí en un espíritu muy poderoso , hasta tenía a mi propio espíritu de protección, si, los espíritus también podíamos tener, los podíamos tener si derrotábamos a otros espíritus y si era posible a un elegido que iba camino de la oscuridad.
Todo había cambiado, hoy sería mi último día en este lugar, me iría por fin de aquí, la verdad no mostraba mucha emoción, ya que no suelo expresarme mucho, pero, en mi interior estaba dando saltos.
*Yusuke*
Mi habitación se sentía muy vacía ya que me había mudado recientemente a esta mansión.
Alguien peto en mi puerta y al abrirse apareció Aiko.
-Aaaaa!- saltó a abrazarme- ¡Me encanta esta mansión!
-¿No cres que se siente muy vacía?Quiero decir, está muy vacía, pero...sólo vamos a estar tres personas aquí, y mis dos espíritus no es que hagan mucho ya que casi nunca están aquí hasta que los llamo...
-Creo que te vas a llevar una sorpresa cuando bajes, están tus padres abajo- le salió una sonrisa burlona
-¿Que? ¿Porque? ¿Cuando? ¿Pero como...?- salte de la cama haciendo que mi mejor amiga se cayera y salí corriendo hacia la sala en donde mis padres se encontraban.
-Mmmm...¿Hola?¿Que hacéis aquí?
-Yo también me alegro de verte hijo...-dijo mi madre poniendo los ojos en blanco
-Es que no pensaba que ibais a venir...- me rasque la nuca.
-Tranquilo, sólo venimos a darte la noticia- dijo mi padre
-¿Que noticia?
-¿Te acuerdas de Akuna?-me preguntó mi madre.
Frunci el ceño y recordé que pasó hace 10 años, había convertido una niña fantasma en un espíritu protector, mi primer espíritu protector, al que se tuvieron que llevar para que se hiciera fuerte, me acuerdo que ese día los dos lloramos por que no queríamos separarnos.
-¿Si...?
-Va a volver, ya ha cumplido 16 años, y creemos que ya es hora de que haga su trabajo como espíritu protector- mi madre lo dijo con una gran sonrisa.
Al escuchar escuchar esas palabras mis ojos se iluminaron y una sonrisa apareció en mi rostro, puede parecer una estupidez, pero quiero verla más que a nadie.
-¿Y cuando a que hora?-pregunté
-Ahora
Timbraron y mi madre abrió, era su mayordomo, este pasó y detrás había una chica seria con el pelo negro largo y ojos azules, era ella, mi sonrisa se agrando más.
- Tal y como pedisteis, la traje a la casa de su amo.-dijo Spike.(el mayordomo)
Detrás de Akuna apareció una niña con el pelo corto blanco y ojos grises con un jersey y una falda, parecía una niña de unos 14 años.
-Esta es Sora, el espíritu de Akuna-dijo Spike
-Encantada de conoceros por fin- nos sonrió a los tres-Espero que no seamos una molestia para ti amo de Akuna
Yo negué sonriendo
-No lo sois en absoluto, y puedes llamarme Yusuke
Ella sonrió y cogió su maleta, no tenía mucho.
Mis padres se fueron con Spike. Aoki fue a abrazar a Akuna, esta se sorprendió.
-¡¡Akuna!!Como creciste...-restregando su mejilla con la mejilla de Sadako
-Creo que la estas asustando Aiko-chan-dije acercándome a ellas
-No, sólo estoy sorprendida de que se acuerde de mi- sobándose la mejilla cuándo Aiko se separó.
-Aquí todos nos acordamos de ti -tocándole la cabeza
Las acompañé hasta sus habitaciones, cuando acompañé a Akuna me lancé a ella abrazándola ella se calló y yo me puse de rodillas, ella puso sus manos en mi espalda y guardó su rostro en mi cuello.
-Te eché de menos...
-Y yo a ti- ella se aferró más a mi
-¿Conociste gente en el mundo de los espíritus?-pregunté
-Si, pero nunca llegué tener amigos, la verdad, me daba igual.
-¿Y como conseguiste a Sora?-le pregunté curioso
-Matando a su antiguo dueño, no podía seguir viendo como la maltrataba...
Le acaricié la mejilla.
-"Es realmente bonita..."-pensé
Ella se puso roja y al minuto me di cuenta de que ella sabía lo que pensé ya que los espíritus y sus amos pueden saber que piensan entre ellos.
Momo petó en la puerta.
-Siento molestar pero...-le sonó la barriga- ¿Donde hay comida?- rascándose la frente con un dedo
-Ven conmigo, te acompaño hasta la cocina, y de paso te hago de cenar- le di un beso en la mejilla a mi espíritu y me fui con Momo.
*Akuna*
Cuando se fue por la puerta me toqué la mejilla que había tocado sus labios y me puse aún más roja, luego me levanté y me acosté en la cama, cerré mis ojos y cuando los abrí había delante mía dos chicos, uno con el pelo blanco con ojos azules y otro chico a su lado de pelo rubio y ojos amarillos.
-¿Hola?-me senté en la cama observándolos
-Sólo hemos venido a darte la bienvenida, yo soy Sakki y este es Yukine, los dos somos espíritus de Yusuke, y nos acabamos de enterar de que tu también lo eres, y sólo queríamos conocerte, pensábamos que sería un chico, pero ya vemos que es una chica...¿cuando te hiciste espíritu protector de Yusuke-kun? - el ojiazul me miró sonriendo
-EH...-iba a hablar pero Yusuke me interrumpió
-La convertí en un espíritu protector cuando ella tenía 6 años, sólo que se tuvo que ir a entrenar y no volvió hasta hoy...espero que los tres os llevéis bien- sonrió saliendo de mi habitación.
-Yo creo que nos llevaremos bien, ¿verdad Yukine?-miró para atrás y este ya no estaba-¿eh?¿Yukine-kun...? Perdónale, es su forma de ser, pero en cuánto te coge cariño es un amor.
-Soy parecido a el...supongo-me acosté otra vez en la cama
-¿Cuántos años tienes?
-Tengo 16 casi 17, ¿tu?
-18
Estuvimos hablando bastante, me caía bien, era majo, hasta hizo que de mi boca saliera una sonrisa, normalmente no suelo sonreír con gente que no me conoce tanto. Esto sería el comienzo de una nueva amistad.
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Los Espíritus Protectores
FantasyTodo comenzó cuando una niña pequeña se perdió y al final murió, esta al convertirse en espíritu fue encontrada por un niño de 11 años llamado Yusuke, este le dio el nombre de Akuna, ya que la niña no se acordaba de su nombre. Cuando por fin logró m...