Hace mucho tiempo, se dice que un señor bajaba de la luna, para poder amarrar un hilo rojo en los dedos meñiques de las almas. Y estas están destinadas a encontrarse una y otra vez, cada encuentro termina en catástrofe. Pero aunque las almas ya estén cansadas de lo mismo, y aunque ya no se busquen, se encuentran, no importa el tiempo ni las circunstancias, el hilo se estirara o dañara pero nunca se romperá. Las personas conectadas se amaran, odiaran, olvidaran y buscaran el uno al otro una y otra vez. Este hilo lleva contigo desde tu nacimiento y te acompañará, tensado en mayor o menor medida, más o menos enredado, consigo mismo o otros hilos a lo largo de toda tu vida pero en el final no estara enredado.
"Eran amantes eternos, buscarse, amarse, odiarse, tenerse y olvidarse una y otra vez era su karma."