Walking on the same Direction

Capitulo 1

Cuando sonó el timbre, el cual anunciaba el inicio de las clases, o en ese dia, la hora de la recogida de las notas, las cuatro nos reunimos para verlas. Sabíamos que iban a ser buenas, ya que nos habían dado las becas, pero estábamos nerviosas igualmente. De aquellas notas dependia nuestro futuro, nuestra nueva vida, y no seria de mucho agrado que fueran malas. Sofi fué la primera en abrirlas, y su cara de asombro nos hizo saber que eran muy buenas, e incluso más de lo que esperaba.

-Todo sobresaliente y matricula en plástica e Ingles. Dios mío, me he quitado un peso de encima. - acompañó aquello con una enorme sonrisa y varios saltos de alegria.

- Ya teníamos las becas aseguradas, así que no podían ser muy malas.-comentó Ale - Bueno... voy a abrir las mías – aguardó unos segundos, abrió las notas y su cara cambió rapidamente. Una sonrisa que estaba entre cínica y orgullosa se formó en su rostro, estaba muy contenta- ¡Matrícula en matemáticas e Inglés! Lo demás sobresalientes. -Todas la felicitamos, de momento las cosas no iban mal. 

- ¡Matrícula en Inglés, lengua y lo demás sobresaliente! -grito Virgi, sinceramente no me sorprendio, Virgi era bastante inteligente, a pesar de todas la veces que le haciamos pensar lo contrario, por el tema ese de que es rubia, ya sabeis. Pero bueno, supongo que son bromas que se suelen hacer entre amigas, o mejor dicho, hermanas.

Llegó mi turno, los nervios se apoderaron de mi. Me temblaron las manos, pero me decidí y las abrí… Eran mejores de las que me esperaba, me alegró mucho- ¡Matricula en Inglés y Artes, lo demás sobresalientes! -una sonrisa pícara se formo en el rostro de Sofi. Nos miramos entre todas con un brillo de ojos de emoción, o tal vez era de los nervios. Como si nos estubieramos leyendo el pensamiento, gritamos todas al unisonó.

-¡Londres prepárate! - Estallamos en carcajadas, y la gente del pasillo se nos quedó mirando extrañados. Subimos a lo que habia sido nuestra clase, y nos despedimos de nuestros profesores, esa sería la ultima vez que veria a esos dichosos amargados. Por fin. Vaya, esto parecía un sueño... El mejor sueño de mi vida.

Nos marchamos fuera del recinto, una vez que nos despedimos de todos nuestros compañeros. No negare que varias veces puse cara de asco, y de alegria, al saber que no volveria a ver a esos idiotas. Sofi sugirió irnos a comprar ropa, y varias cosas más que necesitariamos para ir a Londres, asi que decidí avisar a mi padre de que llegaria más tarde, y por sorpresa, a él no le importo. 

[...]

Pasamos toda la tarde de tienda en tienda, y al final acabamos todas con 20 bolsas en las manos. A las seis de la tarde volvimos cada una a nuestras casas, teníamos que hacer las maletas, pues un largo viaje nos esperaba en menos de 24 horas... La emoción recorria mis venas, no podia creer que de verdad, estubiera a punto de cumplir mi tan anelado sueño. Londres, mis mejores amigas, y yo.

 -Narra Virgi-

Llegué a mi casa y empecé a meter en la maleta todo lo que me había comprado, además de todas las cosas que debía llevar. No tardé mucho, asique cuando acabé, inicié sesión en Skype para realizar una video-llamada con las chicas, que por suerte, estaban conectadas.

Estuvimos hablando unas dos horas, comentamos cosas sobre Londres y el viaje, estábamos todas muy nerviosas. Era nuestro primer viaje juntas, solas, sin nadie que nos vigilara, podriamos hacer lo que quisieramos, y las fiestas universitarias de Londres eran increibles, para que mentir. 

-Virginia ¡baja a cenar! -gritó mi padre desde la cocina, al tener las paredes y suelos tan finos, se podia escuchar hasta el mas minimo resoplido, cosa que yo odiaba.

Cené muy poco ya que los nervios me lo impedían. Si hubiera estado aquí Marga, seguro que no se hubiera dejado nada y además se hubiera tomado lo mío. Siempre bromeabamos con eso de que "Marga era una tragona" aunque enrealidad, no comia excesivamente, al igual que todas me tomaban por tonta por ser rubia, y al final, era mas inteligente que ellas. 

Me subí a mi cuarto, me puse el pijama, me acosté, tenia que descansar ya que a la mañana siguiente madrugaria ¡Londres, allá voy! Me dije a mi misma, y con ese último y dulce pensamiento me dormí.