Jeon POV
No es como si fuera difícil identificar a un ser supernatural merodeando entre los humanos. Quiero decir, ellos siempre están causando destrozos todo el tiempo cuando no están bajo control. Pero lo que sí era difícil, y ya menos extraño de ver, era identificar a un ser medio supernatural medio humano. Y queda decir que yo, curiosamente, soy amigo... bueno, algo así como un amigo con beneficios de un mitad youmu, los seres medio supernaturales medio humanos.
—Kookie, eres el mejor haciendo masajes... Ah... —la voz del pelirrojo había salido casi como un gemido en su última frase por el placer que recibía con uno de mis más que diarios masajes en los hombros.
—Siéntete más que querido, Jimin, porque he preferido hacerte este masaje por sobre ir a jugar Mario Kart.
—Sí, Kookie. Me siento muy querido, muy, muuuy querido —su voz era dulce y se notaba que estaba feliz por el masaje, además de notarse bastante relajado ya. Sus hombros habían dejado ya de estar tan rígidos.
Continué el movimiento de mis manos por un par de minutos más antes de dejarlo por completo, notando cómo estaba de echado en la silla. Se notaba que necesitaba ese masaje. Y bueno, no puedo culparlo, justamente ese día había ido a visitar a su madre (donde probablemente se dedicaron a hacer yoga, bailar y ordenar aquel restaurante) y no había logrado descansar, o eso parecía, y cuando llegó de la salida, tuvo que ordenar y limpiar living, cocina y mi habitación, y que digamos yo no soy exactamente el sinónimo de orden.
—Kookie, ¿no habías dicho que hoy tenías una junta con los demás chicos Guerreros del Mundo Espiritual? Dijiste que tenías una, yo me acuerdo —su voz se escuchaba algo atolondrada, como cuando bebía mucho. Lo ayudé a levantarse y luego lo tomé de la mano para ir en dirección al baño—. Extraño escuchar de tus planes... Siento que últimamente no has salido mucho con tus amigos. Y me preocupa mucho.
—Fue ayer la última —levanté una de mis cejas mientras nos dirigíamos al baño y sentía cómo entrelazaba nuestros dígitos, haciendo que me pusiese ligeramente nervioso de momento.
—Oh... —me dedicó una de sus características sonrisas, de la cual me percaté sólo cuando giré mi rostro para observarle unos segundos. Sintiendo mi corazón latir con fuerzas y mis mejillas arder un tanto sólo por esa angelical sonrisa, giré mi rostro hacia la puerta del baño y ambos entramos.
Sentí los brazos del más bajo pasar por mi cintura cuando me giré nuevamente a verle tras soltar su mano, y vi cómo escondía su rostro en mi pecho, abrazándome de aquella manera. Suspiré tras ello, e intenté calmar mi corazón que aun seguía algo exaltado mientras correspondía aquel abrazo, deseando que no fuera capaz de percatarse de mi, más que obvio, desenfrenado palpitar.
No era algo poco usual que esto pasase. Jimin era una persona muy cariñosa, y debido a que nos conocíamos hace bastante tiempo, tenemos una relación bastante estrecha, pero no una normal la verdad... Bueno, partiendo porque él ni siquiera es completamente humano, y terminando en que a veces nos besamos. Como ahora mismo estaba intentando Jimin.
—Kookie... —el tono que ocupaba no era más que provocador para mí, mientras él mismo de puntitas besaba mi mentón y un poco más arriba en un intento de llegar a mis labios—. Extraño tus besos... Dame besooooos —estiró sus labios intentando llegar de alguna forma a los míos, colocándose aun más en puntas mientras se sostenía de mi suéter y por ello mismo, moví mis brazos para sostener bien su cintura e inclinarme a depositar pequeños ósculos sobre sus suaves y carnosos cerezos repetidas veces y con sonido.
—Mh... ¿Hoy ocupaste tu bálsamo con aroma a fresa? —inquirí en un tono algo más bajo de lo normal, entre besos, antes de terminar por morder breve y con cuidado su labial inferior, sonriendo de lado tras escuchar su quejido.
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I'll change your destiny {Spanish} • KookMin
FantasySummary: La vida de Jeon Jungkook, un Guerrero Espiritual, y Park Jimin, un humano mitad youmu, había sido tranquila, en lo que se podía esperar en un mundo donde matar youmus significaba dinero fácil. La recompensa que daban los youmus del tipo...