Chapter 2

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Jeon POV

Estaba oscuro. Las cortinas pesadas que había pedido instalar la semana anterior hacían un buen efecto en la habitación. Apenas un par de hileras de luz lograron pasar por aquellas majestuosas cortinas. Y en ellas mantenía mi mirada mientras aún pensaba en lo ocurrido la tarde del día anterior.

—¿Podrás dejar a Jimin en manos de su madre nuevamente? Necesitamos que vayas con nosotros hasta los lugares limítrofes para poder combatir con esos tipos.

¿Dejar a Jimin? Tenía que ser una broma...

Me senté en la cama de una vez, sintiendo una punzada de dolor al instante y viendo todo en negro por unos segundos ante cambio de presión tan abrupto que hice al levantar mi cuerpo. Fruncí mi ceño mientras cerraba mis ojos y agarraba mi cabeza, presionándola con mis manos en un intento de quitar de una vez esa molestia. Suspiré finalmente cuando dejé de ver negro y ya me sentía algo estable, sin embargo, terminé por tirar una de mis almohadas a la pared más lejana (porque eso era lo que tenía planeado hacer desde hace unos minutos, debido a la rabia acumulada). Odiaba que este tipo de cosas pasasen. Nunca pude disfrutar bien el vivir con Jimin sin preocupación. Siempre algo lo arruinaba, y ahora mismo ni siquiera sabía si podría seguir teniendo un futuro con él.

Clan Sangre Roja...

Es un Clan maldito, un Clan que competía con todos, y mataba a todos sus rivales incluso si no se trataban de youmus.

Son lo peor.

La sola idea de pensar que tenía que enfrentarme con alguno de ellos... Sacudí mi cabeza demasiadas veces, deseando de alguna manera que todas las ideas aterradoras salieran de mi mente. No podía ser un cobarde. He peleado muchas veces con muchos youmus salvajes... Pero esto era de otro nivel. ¿Cuándo dos Guerreros Espirituales han peleado a muerte?

Mis cabellos se colocaron de punta ante la sola idea de terminar como a quienes vi morir en muchos vídeos en internet, donde los protagonistas eran los más pequeños de ese clan. Usar su sangre como un tipo de veneno... y la manera en que sabían usarla...

Si una sola gota caía en mi cuerpo podría sufrir graves heridas, que quizás no lograrían sanar siquiera. Ese Clan no estaba de broma; por nada la gente siempre les tuvo miedo, todos siempre le tuvieron miedo.

Decidí entonces tomar mi celular antes de ponerme como un miedoso llorón. Pasé mi pulgar a través de la pantalla táctil viendo las imágenes que pasaban por aquella red social que más visitaba, una especie de blog donde podías escribir de forma limitada. Recordé entonces por qué estaba haciendo todo esto, qué me impulsaba aseguir y no perderme por siempre. Quién me mantenía al menos en el limbo y no en la perdición completa.

Terminé levantándome de la cama, tras ver la hora. No era tarde, pero tampoco muy temprano, no al menos para lo que usualmente me levanto. Dejé el celular en mi mesa de noche que se encontraba al lado de mi cama, y salí de la habitación sin abrir las cortinas. Bostecé mientras caminaba por el pasillo, haciendo un poco de ruido por la presión de mi peso sobre el fino roble. Escuché en la cocina, suponiendo que venía de allí, unos sonidos como un pitido que salía de una olla a presión, y cuando ya estuvo más próximo, el aroma a carne cocida inundó mis sentidos, logrando hacer que olvidase por un momento lo que estaba molestándome desde el día anterior, y mi estómago soltó algo parecido a un gruñido recordándome que no había comido nada desde la tarde del día anterior.


...


—Pero ayer llegaste muy tarde... ¿Pasó algo grave, Kookie...? —tomó mi brazo en un intento por detenerme, lo cual hizo buen efecto ya que me congelé justo en ese momento. Mi mirada estaba puesta en el piso y lo único que era capaz de sentir era la mano del mayor presionando con sus dígitos mi piel, usando un tono no usual en él, denotando así lo preocupado que estaba—. Sabes que puedes decirme lo que sea, ¿no..?

I'll change your destiny {Spanish} • KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora