Capítulo 1

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Acababa de despertarse, sentía el cuerpo pesado y tenía unas enormes ganas de comer.
-Por fin te despiertas– habló JongDae– ¿Te apetece salir?– sonrió encarnando una ceja en tono divertido.
–No me apetece–mintió.
Últimamente no solía salir a divertirse y en cierto modo le cansaba estar todo el puñetero día en casa.
–¿Estás perdiendo facultades para mentir? Cada vez vas peor.– rió divertido acercándose.
–No me toques los cojones JongDae, ya sabes que a mi no me van tus putas, pollas JongDae, pollas. Así que no voy a salir contigo.– contestó caminando hacia el baño.
JongDae se apoyó en el marco de la puerta y cruzó los brazos.
–Llevas encerrado comiendo esa mierda congelada una maldita semana. ¿Qué es lo que te pasa? Y ni se te ocurra mentirme Byun Baekhyun.
–¿Que tal si te vas por ahí a que te den por culo?– dijo empujándolo y cerrando la puerta del baño con seguro.
–Ugh no, prefiero dar...¡Y no me cambies de tema! ¡Exijo una respuesta!
Baekhyun rodó los ojos al escuchar las gilipolleces de su amigo y comenzó a desvestirse. A veces se preguntaba por qué seguían siendo amigos.
–Tal vez sí debería salir.— murmuró para sí. –Vete a joder tú solo JongDae.– dijo alzando la voz.
–Cabrón–masculló.
Ignorando el comentario,  entró a la ducha sintiendo el cuerpo más ligero.
Al terminar se arregló, se puso unos pantalones extremadamente apretados negros y rotos en las rodillas con una  camisa blanca y finalmente se perfumó con uno de los más caros y exquisitos del mercado.
Completamente sexy e irresistible a ojos de cualquier humano, vampiro o ser de la tierra.
Abrió la puerta y colocó sus botas junto a su chaqueta de cuero.
–Muy bonito, así que te vas por tu cuenta.
Giró dando una vuelta de noventa grados y entrecerró los ojos cansado de la actitud insistente de su compañero de piso y mejor amigo.
Suspiró.
–No voy a ir contigo y se acabó, no necesitas compañía para follar.
Y después de decir esas palabras salió de casa a una gran velocidad.

***

Levantó su cuerpo, le dolía todo.
Miró su brazo, estaba vendado y había parado de sangrar, soltó un suspiro de alivio.
–Que estés vendado no significa que no estés débil.— escuchó una grave voz y se estremeció.
Alzó su cabeza y vió un cuerpo grande, por no decir gigante, no pudo ver su rostro traía un cubre bocas y gafas de sol.
Sonrió ladino mientras se reincorporaba.
Miró detalladamente toda su anatomía relamiéndose los labios, oh sí, ese era perfectamente su tipo.
–¿No es un poco tarde para utilizar gafas de sol?– dijo  acercándose a él y pasando sus delicadas manos por los músculos marcados de sus brazos.
El otro rió y las apartó de un manotazo.
–Jamás en mi puta vida un vástago había intentado seducirme.– siguió riendo.
Baekhyun lo fulminó con la mirada.
–No te lo tomes a mal, no es que no me gustes, es solo que eres un chupa sangre y tu mera presencia me causa náuseas.
Antes de que Baekhyun intentase decir algo el extraño le tiró una bolsa con contenido rojo.
–Bebe, lo necesitarás si no quieres morir.
Baekhyun se quedó anonado por unos instantes mirando la sangre, hasta que reaccionó.
Ese cabrón era el maldito licántropo.
Observó su alrededor con mirada calculadora buscando una salida.
Estaba en una espécie de habitación sin ventanas, las paredes eran metálicas y a su izquierda había una nevera, más adelante una mesa también metálica donde vio balas ultravioleta poniéndolo nervioso.
Cuando encontró la salida sonrió, pero todos sus pensamientos se fueron a la mierda cuando el cabrón lo sujetó fuerte del brazo.
–Ni lo pienses, detrás de esa única puerta esta mi manada, te aseguro que no te gustará ser despedazado por más de cuarenta licántropos.– sonrió. Lo supo por como su expresión se tensó.
No dijo nada, sabía que si decía algo ese cabronazo le haría algo.
–Bebe, no te dará la fuerza que necesitas pero por lo menos vivirás.
En ese momento entraron dos hombres por esa pesada puerta de metal.
–Veo que el chupa sangre despertó.– dijo uno de ellos.
Arrugó la nariz, ahora podía oler el aroma de la sangre de los licántropos.
Uno de ellos estaba herido, uno rubio.
–Que demonios te ha pasado Sehun.—dijo con un deje de preocupación el de fuertes brazos.
–Nada grave, una pelea de recién transformados.— contestó sin expresión alguna el tal Sehun.
Sehun.
Ese nombre le sonaba, giró su cabeza y abrió los ojos sorprendido.
–¡Tú!–gritó apuntándolo.–Serás hijo de puta.
El moreno pasó un brazo por los hombros de Sehun.
–Este cabrón se ha convertido en uno de los mejores cazadores de la manada, y gracias a ti tenemos mucha información valiosa sobre los de tu asquerosa espécie.– rió.
–Dejarlo ya, necesita alimentarse y descansar.–dijo el gigante.
–¿Ahora eres una niñera Chanyeol?– se burló el moreno.
–Respeta a tu líder Jong In, tú todavía eres un culo cagado como para poder hablarme así.
Sehun soltó una carcajada mientras arrastró al moreno fuera.
Una vez  solos el tal Chanyeol se le  acercó y le arrebató la sangre.
Lo cogió de la mandíbula y se la apretó tan fuerte que creía que se la reventaría.
Gimió de dolor.
–Bebe de una puta vez,  ¡No tengo toda la maldita noche!– gritó mientras levantaba el contenido.
Baekhyun le dió una patada en la espinilla que hizo que el alto retrocediera.
-¡Maldito lobo!- gritó alterado mientras retrocedía.
-Chupa sangre imbécil—contraatacó en tono entre  fastidiado y cabreado.

-¡Déjame salir!, ¡no tienes ni la más remota idea de quién soy! –gritó.
El de orejas grandes sonrió ladino mostrando sus enormes colmillos.
-Oh sí, sé quién demonios Byun Baekhyun.
Tembló, quería irse.
–¿Qué coño quieres de mi?–preguntó enfurecido.
–De momento me interesa mantenerte vivo, así que no morirás.
Tragó saliva.
–¿Vas a beber? ¿O te lo hago tragar?.- gruñó.
Baekhyun cogió la maldita bolsa, aunque no quería demostrarlo estaba hambriento y desesperado.
Sus uñas crecieron, largas y afiladas acuchillaron la bolsa y vertió su boca en en ella, bebiendo cada vez más rápido.
Sus ojos se volvieron rojos, era sangre de licántropo.
Se relamió los labios y comenzó a chuparse los dedos mientras Chanyeol lo observaba asqueado.
–Sois repugnantes.–dijo en tono despectivo.
–Hm.– rumió mientras relamia el último dedo mirándolo con las pupilas totalmente dilatadas.
Chanyeol apartó la mirada y se sacó las gafas junto con el cubre bocas prácticamente arrancándolas.
Baekhyun lo observó curioso y maldijo.
–Tenias que ser un maldito perro.

–Siento ser rematadamente sexy– contestó tirándole otra bolsa de sangre.
Baekhyun la abrió como un rayo, esperando saborear esa magnífica sangre pero en el momento de tragarla arrugó la nariz.
Chanyeol rió.
-Es sangre modificada para que impida que tus fuerzas se potencien por la que ya has ingerido.

Era asquerosa y no podía soportarla así que se acercó a la mesa de metal donde Chanyeol estaba apoyado y dejó la bolsita allí.
Lo miró aún con los ojos rojos y se acercó hasta estar en frente suya.
Miró sus brazos, donde las venas se marcaban y veía como circulaba su sangre, se relamió los labios comenzando a excitarse.
Sus colmillos picaban por clavarlos por alguna parte de su cuerpo.
–Quiero más.– gimió agarrando la enorme mano de Chanyeol, no pudiendo evitar observar la diferencia de tamaño.
La mano de Chanyeol era capaz cubrir entera la suya.
Se la acercó a su boca sin quitar su vista de los ojos del licántropo y acercó su ensalivada lengua por uno de sus dedos comenzando a chuparlo lentamente pero con un deje de desesperación.
Chanyeol lo observaba entre curioso y ligeramente excitado. Nunca ningún asqueroso vástago se había acercado tanto al él y mucho menos había permitido que le chuparan un dedo.  
Sabía que Baekhyun era un vampiro muy deseado por muchos otros de su raza, incluso algunos clanes amigos del suyo querían a Baekhyun como juguete.
Por eso estaba ahí, para ser vendido alguno de esos clanes.
Admitía que era caliente pero aún así sabia que era peligroso y que no iba a permitir que el peli plateado bebiera de su sangre.
Antes de poder quitar el dedo de la caliente boca del pequeño vástago, este mordió la punta de su dedo, fue un pequeño mordisco que prácticamente no sintió.

–Déjame un poco más.– suplicó con voz excitante.
El alto no aguantó y lo apartó, su respiración era irregular y sus ojos habían cambiado a un azul eléctrico. 
Mordió fuerte su labio intentado contenerse, pero el maldito volvió acercase esta vez lamiendo las venas de sus brazos, eso lo descontroló por completo.

Forbbiden LoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora