Capítulo único: "Siempre unidos"

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Día XX del mes X

Querido diario:

Em... No sé muy bien cómo empezar... Bueno, me llamo Zoe y tengo 16. Sinceramente, esto me parece una tontería, pero bueno, Adrien, mi psicólogo, me dijo que me quitaría de encima ese estrés que me causa todo esto.

Todo empezó cuándo tenía 7 años, mi padre empezó a llegar cada vez más tarde del trabajo. Cosa que hacía sospechar a mi madre, aunque jamás le reprochó nada pues ella hacía lo mismo. Pero aún así le frustraba y, ¿cómo crees que se quitaba todo ese odio? Así es... Conmigo. También quería que sacase cada vez mejores notas. No sólo tenía problemas en casa. En clase no dejaban de pegarme e insultarme por mi estilo gótico. Me estaba derrumbando. Hasta que los conocí; conocí a los que hoy son mis mejores amigos: Anne, Damien y Henry. Ellos me apoyaron y comprendieron. Eso me alegraba muchísimo. Por fin tuve amigos de verdad. Más tarde supe que ellos también tenían ese tipo de problemas. Por fin liberé un poco de ese dolor que me oprimía el pecho.

Supongo que también te escribiré mañana, así que... Adiós...

Día XX del mes X

Querido diario:

Hoy ya me he levantado mal. Tuve la pesadilla que usualmente padezco. Sueño que no soy más que una marioneta controlada por alguien a quién no le puedo ver la cara. En verdad me causa pavor. Salí al pasillo y ví, cómo siempre a mis padres discutiendo. Ya no es nada nuevo para mí, pero me sigue afectando cómo si fuese la primera vez. Me fui al baño haciendo cómo si no me importase. No quiero que vean mi impotencia. Cerré la puerta y me ahogué en un doloroso grito silencioso. Me preparé para ir al instituto aunque, nada nuevo pasó. Mis compañeros insultándome, los profesores tratándome cómo si fuese una loca... En fin, ninguna novedad. Después ya vino mi consuelo: mis amigos. Estuvimos todos juntos hasta las doce de la noche. Cuándo volví no había nadie. Debían de estar con sus amantes... ¡Joder! ¡Si quieren estar con otras personas que se divorcien de una puta vez! ¡¿Por qué me tienen que hacer sufrir de este modo?!

Te escribiré mañana. Adiós...

Día X mes XX

Querido diario:

Hoy Henry tuvo una pelea con su madre... Tiene que conseguir pagar el resto de la deuda que les dejó su padre porque, sino lo consigue, se tiene que quedar en la calle... ¿Por qué hacen esto? ¿Por qué nos tienen si después no nos van ni a apreciar?... Estuve ayudando a Henry hasta tarde. Anne y Damiel estuvieron un rato pero, cómo son pareja, también necesitan su espacio juntos. Al final conseguimos el objetivo a las 2 de la mañana. Al menos lo conseguimos... Volví a casa. Se escuchaban gritos. Estaban discutiendo otra vez... Subí las escaleras. Mis padres me miraron sorprendidos pero, no dijeron nada. Yo tampoco lo hice. Tan sólo me limité a dirigirme a mi cuarto para contarte esto.

Te escribiré mañana. Adiós...

Día X mes XX

Querido diario:

Hoy teníamos que dibujar una flor a nuestro gusto en clase de arte. La dibujé a mí gusto pero, según ella eso no era una flor y ahora cree que tengo esquizofrenia. Genial... Otra más al club... Incluso llamó a mi madre para enseñarle mi dibujo. Cómo hoy te he traído al instituto, todavía no sé que va a pasar; pero ya te contaré.

Adiós...

Día X mes XX

¡Joder! ¿¡Por qué me pasa esto siempre?! ¡Los odio! ¡Odio a mis compañeros, a mis profesores y sobretodo a mis padres! ¿¡Por qué me concibieron en un mundo tan cruel?! ¡Contéstame! ... Voy a ver a Henry... Él... Él es el único que me comprende bien...

Día X mes XX

Querido diario:

Perdón por lo de antes. Estaba impactada e histérica por lo sucedido. Fui a hablar con Henry. Me tranquilizó mucho y, cómo después vinieron Anne y Damiel me divertí con ellos. A estas alturas te preguntarás que sucedió. Simple, mi madre fue a hablar con el vicedirector por mi dibujo. Cuándo salió sólo me dijo que nos fuésemos a casa. Esto pasaba muchas veces pero me harté. Me harté de que todo fuese igual. Si, éramos una familia rota, pero por no quería que las cosas fuesen igual. Me negué. Y la reacción de mi madre fue inesperada. Me dió una bofetada con todas sus fuerzas. No era la primera vez que me pegaba, pero siempre guarda las apariencias. Nunca lo hacía en público ni me golpeaba en un lugar tan visible cómo la cara. Ahí es cuándo salí corriendo y me senté en un banco cerca del parque dónde te escribí todo esto. Te aseguro una cosa, esto ya no puede continuar así; y yo me aseguraré de ello.

Te escribiré mañana. Adiós...

Día X mes XX

Querido diario:

Hoy fui al juzgado con Henry. Ambos nos habíamos cansado; pero no teníamos el valor de hacerlo sólos, o por lo menos yo no. Efectivamente, es lo que estás pensando. Denunciamos a nuestros padres por abuso infantil y pedíamos el permiso del juez para vivir sólos pero con una renta mensual, pues no teníamos edad para trabajar a tiempo completo. Si todo sale bien volveré a escribirte dentro de un par de meses ya viviendo sóla y feliz.

Adiós...

Día XX mes X

Querido diario:

Han pasado más de 4 meses desde que te escribí por última vez. Estoy viviendo con Henry en un pequeño apartamento cerca de Manhattan. Henry a retomado los estudios y vamos al mismo instituto que Damiel y Anne. ¡Ah! Y... Ahora somos pareja. Pasamos por tantas cosas... Por tantas situaciones complicadas... Abríamos caído sin el otro... Y aunque también quiero a Damiel y a Anne, no es lo mismo que siento por Henry, y quiero pensar que el piensa igual. En fin, estuvimos todos juntos desde el juicio. Cada vez nos unimos y, aunque tenemos nuestros más y nuestros menos, está amistad es única por muchas razones pero, la mayor y la más importante, es por todo lo que hemos pasado... Juntos. Y así querido diario, pasé de ser una chica introvertida y fría; a una alegre y risueña. Esas heridas del pasado no han sanado pero, sin duda, algún día lo harán. Y a así, podré olvidarme de aquella chica que se derrumbaba en sí misma, aquella chica con miedo a todo... A aquella chica... Que ahogaba sus propios gritos silenciosos.

FIN...

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