School's first day.

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<< Anoche estuve recordando la divinidad del roce de sus labios, el estremecedor pálpito que causaban sobre mí su aliento, su piel y su cuerpo. Lo sentí, a un costado de mí deshaciendo el vacío entre nuestros cuerpos, sus brazos como sogas fuertes atándome y sosteniedome suave y delicadamente contra sí y sus deliciosos labios sobre mi oído, susurrando algo; ¿Que era? ¿Una canción? Sucesivamente los susurros se convirtieron en gritos amargos y lejanos... >>

<Día 1>

-¡Jesse, ya despierta!, deberías dejar de hacer lo que sea que hagas de noche y dormir temprano una vez en tu vida.- Mi nombre es Jesse Lee, esa que gritaba como loca era mi madre, Chloe Lee.

Sí, a demás de ser hija única solo vivo con mi madre, que suele gritar mucho, en especial si se trata de mí.

-¡Vamos joder, ya levántate o llegarás tarde!.- Gritó desde la cocina, que no estaba a más de 2 metros de distancia de mi habitación.

Abrí mis ojos despacio, fué sencillo incorporarme ya que la luz del día permanecía bloqueada por unas largas cortinas gruesas colgadas en mi ventana. luego de levantarme y culminar toda la rutina de la mañana me sitúe frente al gran espejo del tocador en mi habitación, - No se el por qué de un espejo tan grande para alguien que literalmente odia lo que se refleja en el.- como pocas veces había hecho, permanecí unos detenidos minutos contemplando mi enmarañado cabello, abundante, ondulado y de color castaño oscuro; solía dejarlo libre pero por algún motivo, hoy, deseaba hacer algo con él.

De modo que, torpemente, lo recogí en una coleta, eche un vistazo al espejo y note que realmente jamas me había visto con el rostro despejado; - lo odié, no sentía ni un poco de comodidad con mi apariencia. - tuve la intención de deshacerme de la coleta y volver al rostro cubierto por mi espesa melena castaña, pero ya era tarde.

Escuché con atención. - ¡Jesse, por milésima y ultima vez, ya ven a desayunar o te marcharás sin comer! - gritó por tercera vez; las dos primeras veces lo sentí como un ahogado sonido que se llevaba el viento.

...

<< Suelo ensimismarme cuando se trata de mi físico, estúpido lo sé, pero inevitable. tengo esa manía de sentir que no soy lo suficientemente buena para alguien, quien sea, e intento perderme de esos pensamientos. >>

- Puedes correr, pero no esconderte. -

- ¡Cállate!.

<< Mi mente haciendo de las suyas >>

...

Estuve en la cocina casi en nueve largos y perezosos pasos, arrastrando los pies como si llevase grilletes atados a los tobillos. Honestamente iba a la escuela por obligación mas que por placer, parecía que entre ese lugar y yo el odio era mutuo, solo albergaba en mi mente - Como una nota de principal y mayor importancia - el deseo y la necesidad de dejar el lugar lo mas pronto posible.

...

<< Serás una maldita fracasada si no vas a la escuela >> - Bien ¿y qué con eso?. - De igual forma nunca pude abandonar esa diaria tortura, La Escuela. Por más que me dijera a mi misma que no la necesitaba, muy dentro, jamás iba a convencerme de inventar el valor para dejarla.

<< ¿qué pasa? Pobre, si dejas la escuela corres el riesgo de que tu madre te eche de la casa >>

- Vale lo entiendo, puedo soportar un poco más, vamos, son solo nueve meses, siempre has podido con toda esta mierda. -

...

- Ahí va, otra vez te encerraste en tu mente, ¿sigues aquí? - Preguntó con un tono de desagrado y molestia. Volví de pronto en mí - Vamos, no entiendo como puedes ser tan distraída en toda ocasión, debe ser un don. - Agache la mirada y Sonreí "despreocupadamente" mientras mordía un trozo de tostada con mermelada de fresa.

7 : 10 am

Arrivé a la escuela y todo parecía ir normal, bien, supongo que mientras nada cambiara por estos lares de desastre e inquietud total, no estaría mucho más incómoda de lo que usualmente ya estaba. Es el primer día de clases del último curso, y los chicos causan alboroto de excitación por ser el último año de asistir a clases - Por favor, supongo que no planean ir a la Universidad.- Sin embargo no creo ver ninguna clase por hoy; escandalo exagerado a través del pasillo causado por los profesores culmina siendo nada al final de la mañana...

<< Muy bien, te quedas otra vez quieta, parada, con tus audífonos a la máxima capacidad y tu mirada permanentemente perdida >>

Esbozé una leve e hipócrita sonrisa; solía imaginarme conversando conmigo misma, parada una frente a la otra, Mi Mente, como un espejo, la imaginaba altiva, arrogante, fría y cruel - Solo diciendo lo que pensaba sin importar cuanto daño hiciese - y yo a escasos centímetros de ella, con la mirada clavada en el piso de mármol, petrificada y sin atender a las palabras que mi otro yo me decía con malicia.

- Jess, Jess, - Chasqueó los dedos largos, delicados y claros, sin duda era la mano de una chica...

Levanté la mirada. - No puede ser... - Puse los ojos en blanco.

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⏰ Última actualización: May 01, 2016 ⏰

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