Capítulo 17 - Destapando Secretos.

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De acuerdo, ese no era el modo en el que esperaba conversar con él. Y aunque fue el miedo que hizo que corriera en vez de enfrentármelo, eso debía arreglarlo. Era de aquellas personas que se definen tercas, así que como era tan obtusa, empleé otra táctica para acercarme a Jace. Después de que terminar mis temas, lo esperé en a la salida. Lo vi caminando con la cabeza gacha, con la mirada fija en sus zapatos. Tenía de nuevo sangre en la mano y agarraba con fuerza la orrea de su bolso . Entendí que el agarre era para disfrazar el dolor que de seguro sentía. Estaba caminando hacia él cuando Susana se cruzó en mi camino para despedirse. Miré por encima de su hombro, Jace ya estaba subiéndose a su automóvil. ¡Nooo!

Susana se fijó en algo.

—¿Qué? —pregunté despistada. Ella colocó sus manos en su cintura y resopló con frustración.

—Te he preguntado si quieres acompañarme a casa de Travis. —dijo ella, esta vez asegurándose que le prestara atención.

—Yo... —miré a Jace y suspiré al no verlo en marcha. Tenía tiempo. Volteé a ver a mi amiga que estaba claramente indignada—, tengo cosas que hacer hoy, Susana, pero puedo acompañarte mañana. Es fin de semana.

Susana suspiró.

—Claramente no estás en este mundo. Mejor voy sola y luego vamos las dos. En serio, nena, te amo, pero algunas veces me desesperas.

Y despidiéndose con un beso se fue a su auto. Quería ir a decirle que no se molestara conmigo, pero el ruido del motor de un auto hizo que gire. El auto de Jace se fue... ¡Se fue! Corrí a mi auto, subí en un santiamén y di marcha en seguida hacia él. Era una tonta, sí, lo sé. Pero de todos modos lo seguí en mi auto. La dirección en la que fue Jace resultó estar más lejos de lo que me habría gustado, situada cerca de ciertos lugares que nunca creí ver. Al bajarme de mi auto, vislumbré grafitis que salpicaban las paredes, y colillas por el pavimento. Claramente este lugar no era precisamente para jóvenes del futuros. Como el resto de personas que entraban, yo también lo hice. Y no fue mi mejor decisión. Mis ojos se ampliaron cuando miré alrededor en la oscuridad, aquel peculiar lugar parecía necesitar una buena y esmerada limpieza. La gente estaba vestida de cada modo posible de motorista con camisetas playeras y pantalones vaqueros. Las mujeres paseaban casi desnudas, alrededor de un gran ring situado en medio.

Este lugar era definitivamente para luchas clandestinas.

Mi cabeza gritaba que me fuera de aquí antes de que me robaran el auto o me hicieran algo. Intenté mantener mis pensamientos altaneros y despreocupados, pero mi estómago se sentía un poco incómodo. ¿Habría sido buena idea seguir a Jace? Definitivamente no lo fue. Esto me pasa por no saber esperar la oportunidad de ver a Jace en otro día. Pero en verdad temía que volviera escaparse como los anteriores días. Ignorando mis ganas de correr, me adentré más mientras buscaba algún indicio de Jace.

—¿Qué hace una princesita por estos lugares? —gruñó una voz mezclada con el humo. Me di la vuelta y parpadeé al hombre que le daba una calada a su cigarro. Me miraba con el ceño fruncido.

—Estoy buscando a alguien.

Gruñó de nuevo: —No creo que ese alguien este aquí, princesita. Este lugar no es para ti... a no ser que te gusten las luchas. Pero lo dudo mucho.

Me removí incomoda: —Bueno...

Una voz conocida nos interrumpió de algo incomodo.

—¿Jenner?

Miré por encima del gran cuerpo del tipo y descubrí al perplejo Jace.

—Jace —dije. Jace me miró fijamente por un momento y cuando le sonreí, él caminó directamente hacia mí, agarró mi mano y me jaló haciéndome quedar más cerca de él.

Te Lo AdvertíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora