¿Cómo pasó todo?

¿Cómo paso todo?

Hace más de un año no escribo un One-Short les pido total apoyo para ver si sigo haciendo esto, en mi perfil sabrán más de mi y mi pasado en otras paginas haciendo esto. Pienso re subir mis antiguos fic acá. Los que me conozcan les pido que opinen y los que no que digan que piensen al menos de este pequeño cuento.

¿Cómo pasó todo?

*/*/*/*/*/*/*/*Hace diez años*/*/*/*/*/*/*/*

En un salón de clases de la primaria de la ciudad de Konoha se encontraba una muy linda niña de no más 7 años dibujando. Sus lindos y tiernos ojos verdes estaban centrados en el cachorro de color azul que hacía mientras sus rosados cabellos le tapaban la cara.

Esta linda niña es Sakura Haruno, una de las niñas más lindas de la escuela; ella sabía que lo era porque su mamá le decía todos los días eso. La hacía sentir feliz y sus tiernas amigas se lo rectifican cada día.

- ¿Sakura ya supiste?- una dulce niña de su misma edad de cabellera roja al igual que sus ojos le pregunto.

- ¿Qué cosa Karin?- pregunto Sakura despegando sus ojos del lindo dibujo que se encontraba haciendo.

- Hoy entrará un niño nuevo- dijo con una gran sonrisa y un sonrojo en su cara.

- Wow Karin que suerte tienes- la pequeña Sakura sonrió, sabía que su mejor amiga era muy coqueta.

- Lo sé, espero que sea un niño lindo- dijo mostrando su hueco en la boca reluciendo que le hacía falta un diente y acomodándose sus gafas.

Las niñas iban a seguir hablando cuando su tierna maestra Kurenai entro con una sonrisa y pidiéndoles a sus amados estudiantes que se sentaran. Oh como quería a esos niños, ellos le alegraban las mañanas al enseñarles cosas tan dulces como el enseñarles a sumar, leer, escribir.

- Muy bien niños como saben hoy llega un nuevo compañero- dijo la pelinegra con una gran sonrisa viendo las caras de todos sus tiernos alumnos- por favor pasa mi amor.

- Hola a todos- dijo un lindo niño de no más 8 años de cabellos rojos y ojos cafés con cara de ángel- Soy Sasori.

- Muy bien Sasori siéntate con Sakura, es la de cabello rosa- dijo la maestra con una gran sonrisa señalando a la niña que le sonrío- bueno niños vamos a retomar la clase anterior.

El pequeño pelirrojo paso por todas las mesas hasta llegar a la pequeña pelirrosa con quien iba a compartir mesa por todo lo que le quedaba de año escolar. Se sentía algo nervioso le parecía muy bonita y no está bien, ¡las niñas tienen piojos! Cuando ella le sonrió se sonrojo como su cabello y él como buen niño inmaduro solo le saco la lengua y le dijo fea.

Las horas pasaban, los días pasaban los meses pasaban y la relación entre estos dos niños iba a peor. Rodeados de personas ellos fingían llevarse bien, debían aparentar. Pero un pequeño secreto estaba en el pequeño corazón del pelirrojo pero no se lo diría, nunca en su vida.

- Sasori cómo pudiste- una pequeña pelirrosa lloraba en la salida de su escuela mientras esperaba con su compañero de mesa a sus padres.

- Solo hice lo que me corresponde- dijo el niño mientras le sacaba la lengua y guardaba un papel en su bolsillo.

- Me pegaste un chicle en el cabello- y el llanto fue más fuerte, su largo cabello arruinado- eres lo peor de este mundo- salió corriendo al encuentro con su madre.

- Solo marcaba mi territorio- dijo al aire mientras caminaba donde estaba su linda abuela con una sonrisa.

Si señores el pequeño niño suspiraba en secreto por la pequeña compañera de mesa. Sabía que no debía decirle, estaba loco pero tampoco tanto. Aún más porque sabía que ella lo detestaba y lastimosamente tenía solo 7 años.