Languedoc, Francia 1184
Cientos de doncellas desnudas esperando el momento de pasar a la estancia en donde los inquisidores esperaban con ansias ver sus pecaminosos cuerpos y recorrer con sus sucias manos cada rincón de su piel en busca de una marca tan insignificante como un lunar, que diera la sospecha de ser el sello del diablo.
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In nomine patris
Non-Fiction"Le dijeron que no levantase falsos testimonios contra ella misma, sino que dijera la verdad. Empezaron a atarle los brazos; dijo: «He dicho la verdad; ¿que tengo que decir?»." Confesión bajo tortura de Elvira del Campo, Toledo 1569.*