Una Visita Inesperada

Mario llegó cansado del trabajo. Había sido otro duro dia de directivo de Circuitos SA, una de las empresas más importantes del país. Aparcó su coche en el jardín de su acomodada casa, se puso el pijama y preparó su cena. A pesar de tener mucho dinero, vivía solo y solamente tenía una chica que le limpiaba la casa dos veces por semana. Mario era un hombre bastante tacaño y poco sociable, de ahí que a pesar de tener 39 años no tenía mujer.

Disfrutó de su cena, se sentó en su sillón favorito del salón y leyó unos capítulos de un libro de ciencia ficción hasta que el agotamiento le pudo y se fue a dormir a su cama.

Mientras Mario dormía, el sonido del timbre sonó por toda la casa y le interrumpió el sueño. Eran las 2:53. ¿Quién iba a llamar a esa hora? Mario pensó que habría sido un sueño, así que volvió a dormirse, pero cuando cerró los ojos volvió a sonar el timbre. Ahora convencido de que había sido real, se levantó perezosamente y se dirigía, algo temeroso, al recibidor.

Mientras bajaba las escaleras, se preguntaba quién podría estar llamandole a esas horas. ¿Sería un vecino en apuros?¿Un grupo de gamberros que no tenía nada que hacer?¿Un ladrón inspeccionando la casa? Lo peor es que Mario no tenía ni idea, ni la podría tener, de quien le estaba llamando.

-¿Quién llama?- Preguntó Mario, mirando por la mirilla.

-Soy yo Mario. ¿Desde cuándo vives aquí? Bueno... ábreme que hace frío y me ha pasado una cosa muy extraña.

Mario quedó en shock, la sangre se le heló y era incapaz de mover un músculo. Era su padre que había muerto hacía 12 años.

-¿Pa-papá?- consiguió articular Mario.

-Sí coño, ábreme de una vez que me estoy congelando.

Mario no sabía si abrirle o no. ¿Sería realmente su padre? Se parecía a él. Pero hacía 12 años vio cómo le enterraron, aparte que él.... Mario abrió a pesar de la dudas y ahí estaba ,al otro lado de la puerta, su padre, quién entró dentro de casa con prisa.

-Siento molestarte a estas horas, pero es que me ha pasado algo muy extraño. Me he despertado esta tarde cerca del cementerio y aún no recuerdo cómo he llegado hasta ahí; bueno, que me he levantado y he ido hacia mi casa - El padre de Mario se dirigió al salón para sentarse mientras seguía contándole la historia - Total, que llegué a mi casa y no entraban las llaves, así que decidí llamar a la puerta y que tu madre me abriese. ¡Pero unos desconocidos me han abierto y me han dicho que allí vivían ellos y nadie más! Yo no entendía nada y al final desistí de convencerles. Los ocupas son muy difíciles de expulsar. Así que me he ido a tu casa y me ha pasado lo mismo. ¿Desde cuándo tienes esta casa? No tenía ni idea, además, tu vivias donde yo he ido, estoy convencido. Bueno, al menos éste me ha dado la dirección de tu casa. ¿Es raro eh?¿Y dónde está mi mujer?¿También tiene una casa oculta?

Mario no se lo podía creer, tenía a su padre enfrente suyo en el comedor. Intentaba pellizcarse para despertar de esa pesadilla creada por los remordimientos. Por cuando asesinó a su padre hacía 12 años. Mario iba corto de dinero y si asesinaba a su padre conseguiría con la herencia hacerse rico. Y así fue, las primeras noches no podía dormir por cargo de conciencia pero al final consiguió sobrellevarlo a medida que veía conseguir mejorar su vida.

-Mario ¿Me estabas escuchando? - Preguntó su padre, despertando de sus pensamientos a Mario y provocandole además un estremecimiento - Tengo mucha hambre, como si no hubiera comido en años. ¿Me podrías traer algo?

-Claro - Contestó Mario. No podía abrir más los ojos y estar más pálido. Decidió sacarle queso curado y un cuchillo bien afilado.

-Ummmm, queso - Dijo satisfecho su padre - Por cierto, te noto raro. ¿Te pasa algo?

-No papá - Dijo apresuradamente - es que es muy tarde y tengo algo de fiebre.

-Ah. ¿Y la mamá?

Su madre había muerto hacía 5 años, de causas naturales, pero gracias a ello pudo fundar Circuitos SA.

-Se ha ido de viaje a visitar a la tia - le mintió Mario.

Su padre hizo esfuerzo para recordar algo.

-Yo no recuerdo nada de que se fuese de viaje. ¿Cómo se ha podido ir sin mi?

-Es que fue muy repentino

El padre de Mario parecía estar dudoso, lo que le puso más tenso a Mario.

Mario - Dijo serio su padre - con sinceridad. ¿Qué está pasando?

-Nada papá, no te preocupes

-No te creo, me ocultas algo.

Entonces, Mario, de forma involuntaria, agarró el cuchillo y se lo clavó en el pecho y le susurró.

-Lo siento, pero estás muerto.

Su padre le miró con la misma cara de sorpresa que cuando hacía 12 años. mario le apuñaló dos veces más para acabar con su sufrimiento y rápidamente se limpió las manos de sangre, se puso unos guantes y guardó el cuerpo en una bolsa de basura que después escondió en el bosque.

A Mario le volvió a atormentar el sueño las siguientes noches, sino lo hubiese asesinado por segunda vez, volvería a tener a alguien en su vida, pero lo muerto, muerto está.