"Una obra de arte es, desde luego, siempre original, su naturaleza misma, por lo tanto, hace que se presente como una sorpresa más o menos alarmante."
Al nacer, la enfermera muestra a su madre lo que acaba de salir de su vientre, y esta, sonríe y le da un beso, pareciera que el reloj estuviera allí, sin moverse, y que el aire empezara a volverse espeso mientras que toda la vida pasa por los ojos de la madre. Y la vida de la pequeña, está por comenzar.
Es una bebé, de piel blanca, como su padre, de ojos negros, labios y mejillas color rosa. Al crecer, su piel se irá tornando color miel, ya que la de su madre es morena, su cabello es castaño y lacio.
¡Qué adorables han de ser los primeros años de su vida! A todos los sitios que va, la bebé llama la atención en cantidades desmedidas, con vestidos y lazos en el cabello, y esos pequeños zapatitos patente, marcando los primeros pasos de la pequeña. Y empieza a descubrir cosas, y a ver, y a escuchar y entender. Su padre la lleva en brazos porque se queda dormida en la alfombra de la sala.
Viven en una casita, de dos habitaciones, pero, la de ella es enorme. Y tiene todos los juguetes que eran de su madre. Hay un patio con flores y tienen un perro, ella le pone Mulán. Mulán y la pequeña niña eran las mejores amigas. Todo era perfecto, o así parecía ser.
Así parecía ser, pero, cuando todo esto termina y el hogar se rompe, la niña, empieza a romperse también.
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Yo, Lolita.
Teen FictionTodos los diarios que escribimos desde que somos niñas no llegamos a comprenderlos hasta que llegamos a la edad adulta. Aún no llego a esta edad, pero, puedo comprender algunas cosas. Siempre me he sentido infalible. A menos, que quiera describi...