⚜ Dreams come true ⚜

Capítulo 3

Jordan se sorprendió al ver frente a el a un chico muy atractivo de piel blanca, cejas pobladas, pelo negro, labios gruesos que formaban una hermosa sonrisa y ojos negros realmente bellos. No podía recordar de donde pero esos cautivadores ojos se le hacia extrañamente familiares junto con su poseedor.

♪~Mirando dentro de esos ojos me perderé y nunca seré encontrado de nuevo~♪

Sin poderlo evitarlo salto de sorpresa y por un momento estuvo a punto de caer de la cama pero el extraño chico acostado frente a el lo sostuvo a tiempo de la cintura y lo atrajo a el en un abrazo protector.

El extraño río un poco y luego habló. –Tranquilo, no te aré daño, no te asustes.

Jordan levantó la cabeza del amplio y cómodo pecho del chico para mirarlo a la cara y ver una de las sonrisas más sinceras que jamás había recibido, era calidad y le trasmitía un sentimiento agradable, y sin poder evitarlo el también sonrió.

–Sabes ya es bastante tarde, deberíamos ir a desayunar algo.– Jordan no dijo nada y sólo se paro junto con el extraño de la cama y se dirigieron a la cocina. A pesar de que no lo reconocía Jordan no se sintió extraño con todo esto.

El extraño sentó a Jordan en una silla de la barra que había cerca de la cocina y se puso a prepara un desayuno para los dos.

Jordan aun estaba curioso de su identidad, le resultaba conocido pero no lo lograba recordar. Y como si leyera sus pensamientos el chico habló. –Cierto, no me presente– el extraño dejo las frutas que estaba cortando y se acercó a Jordan. –Me llamo Devon, mucho gusto.– dijo extendiendo su mano al chico castaño.

Lo observó un momento y entonces todo tuvo sentido para Jordan, él ahora recordaba a Devon. Devon era su chico ideal,  -¿como no lo había notado antes?- pensó, y era cierto su físico y en si todo el es como siempre imaginó, era justo como estaba escrito en aquellas hojas que Caroline le había dicho que escribiera. Y sin darse cuenta sus labios se curvaron en una sonrisa.

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Para haber llegado a caer en un pozo, tuviste que haber recorrido un sendero lleno de baches. Y pesé a lo que muchos creen, tener dinero no siempre te garantiza ser feliz y Jordan sabía muy bien eso.

Nunca hubo un día en el que no estuviera sólo en la gran mansión de los Beaumont, todos estaban demasiado ocupados en sus trabajos y actividades que no le prestaban atención. Tal vez muchos disfrutarían teniendo todo lo que quisieran y libertad total, pero Jordan no era así, el sólo quería que su madre lo elogiará por las grandiosas pinturas que realizaba en clase de arte, él solo quería que su padre pasara una tarde jugando con él como otros niños hacían con sus padre, él solo quería que su hermana estuviera mas tiempo con él, pero ella a diferencia de él tenia amigos y una vida social.

Jordan nunca fue alguien muy sociable, siempre fue rechazado en las escuelas a las que iba y nunca nadie se acercaba a hablarle.

Lo único que lo liberó de la depresión en la niñez y parte de la adolescencia fue Henry, su medio hermano. Henry siempre le elogió sus pinturas, pasaba las tardes con el y jugaban juntos.

Lastimosamente nada es para siempre....

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–Yo me llamo Jordan– dijo tomando su mano correspondiendo el saludo.

El desayuno transcurrió tranquilo, a pesar de que nadie decía nada el silencio en el lugar era cómodo, Devon miraba a Jordan de una peculiar forma mientras sonreía y este se sonrojaba por las miradas que le dedicaba el chico.

–¿Y desdé cuando empezaste a pintar? Deduzco que llevas algunos años en esto, tus pinturas son bastante buenas– preguntó Devon viendo como al terminar su pregunta el castaño empezaba a tocer descontrolada mente.

–¿Co-como sabes que pintó?– era tanto el nerviosismo de Jordan que no pudo evitar tartamudear.

–Cuando llegue estabas dormido, así que empecé a revisar tu apartamento y tus cosas para conocerte un poco, esperó no te molesté– Devon puso sus mejores ojos de perro lastimado para que Jordan no se enojara, lo cual al castaño le pareció muy sexy y tierno en Devon.

Pero algo no cuadraba aquí, ¿como había entrado Devon, si la puerta estaba asegurada y el vivía en un quinto piso?. Jordan sabía que esto no tenia el mínimo sentido pero lo ignoro porque Devon era su única compañía en este momento y no la rechazaría por nada.

♪~Y no puedes combatir las lágrimas que no vienen, o el momento de verdad en tus mentirás ~♪