Y al final, al final siempre supe lo que iba o debía pasar., solo que nunca se lo dije ya que temía a que si lo hacía tal vez iba a suceder antes de lo que yo pensaba.
Más de una vez sufrí de insomnio a causa de ella y es que si la vieran... Si tan solo pudieran verla de la misma forma en que yo la veo, probablemente así sabrían que en verdad la quiero.
Lo que más me cuesta asimilar es el hecho de que a pesar de que yo me negaba rotundamente a enamorarme de ella, aquí estoy. Y es que en ese momento me percaté de que en verdad la quería, justo cuando hablaron de ella y en mi cara no se pudo disimular una sonrisa producto de escuchar su nombre.