¿Se puede sufrir tanto en tan poca edad?
Normalmente se sufre por desamor, falta de amigos, inseguridad, pero ¿qué pasa si esa persona que nos hace sentir como la peor basura es nuestra propia mamá?
Imposible, cierto?
Al escuchar la palabra ''mamá''...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tengo que dejar de acostarme tan tarde todas las noches, pero anoche era sí o sí. Tenía que terminar la tarea de Ciencias y aunque me la habían dejado una semana atrás, hasta hoy me acordé. He tenido mucho en la mente últimamente y mi única distracción ha sido leer. Me alisté rápidamente para poder desayunar y amarrarme el cabello.
****
—Buenos días alumnos, ya que hemos llegado todos temprano y están completos, quiero comunicarles qué....
—¡No, un momento!—Dije casi gritando con la respiración agitada, ya estaba apunto de cerrar la puerta y dejarme por fuera. Por décima vez.
—¿Otra vez tarde señorita Rodríguez?
—Lo siento.—Alcancé a decir.
Pasaban los minutos y la profesora solo daba indicaciones sobre las tareas y demás cosas. Me sentía cansada, con ganas de irme y aún se me dificultaba respirar por la corrida que había dado para que no me dejaran por fuera.
—¡Hey! ¡Hey Fernanda!—Dijo mi amiga intentando llamar mi atención.
—Hola Paula.
—¿Hola Paula? ¿En serio?—Me miró extrañada.
Paula era mi mejor amiga hace 3 años. No era normal que sólo la saludara con un simple 'Hola', antes era más extrovertida.
—Perdón. Estoy muy cansada, anoche me acosté demasiado tarde terminando la tarea de Ciencias.
—Pero si la dejaron hace una semana atrás. Últimamente has estado muy cansada. Y qué carajos con ese abrigo. Mira el sol allá afuera, ¿no tienes calor?
—¿Calor? No, para nada.—Disimulé un poco.
—Vamos Nanda, quítate ese abrigo. Yo me estoy muriendo del calor y verte con eso puesto me da más calor.—Dijo mientras se hacia viento con una hoja de papel.
—No. Así estoy bien y si te da calor verme, pues vete y listo.
Me levanté de mi asiento y me fui hacia uno de más atrás. La verdad no puse mente si había sido muy grosera con ella o no, no me iba a quitar el abrigo. ¿Las mejores amigas se cuentan los secretos? Porque si es así, entonces Paula no era mi mejor amiga. No quería que pensara mal de mí, me estuviera haciendo miles de preguntas en ese momento. No estaba preparada. No todavía. Ella no sabe de mi problema y no es como si quisiese que se diera cuenta. Esto solo yo tengo que saberlo. Con el tiempo he aprendido que amigos de verdad NO hay, aunque Paula me ha demostrado su fidelidad conmigo. Me ha ayudado en pequeñas cosas, como cosas del estudio y así. Pero hasta ahí.
¿Quién me puede ayudar a salir de éste infierno? Ni en la misma sombra se puede confiar. En el día está con nosotros pero cuando llega la noche y todo está oscuro, simplemente desaparece y volvemos a lo de siempre, a estar solos.
***
Ya casi son las vacaciones de mediado de año y todavía no sé donde iré. Lo que si estoy segura es que no iré a Costa Rica. No visitaré a mi mamá. No quiero que se le meta alguna idea y quiera dejarme allá con ella. Prefiero no arriesgarme y mejor me quedo aquí. Haciendo lo que más amo. Leer Ya las clases habían terminado y me dirigía de camino hacia la casa, era un día cálido. Hacía frío y estaba nublado, pero sin señas de una próxima lluvia. De pronto me entró una llamada, su número no era el de acá. De inmediato supe de dónde provenía el número.
—¿Sí?—Hablé insegura.
—Fernanda, solo la llamaba para decirle que ya voy en camino para allá.—Me dijo una voz muy familiar.
—¿Mami?
—Diay sí Fernanda, ¿quién más puede ser?—Dijo en un tono más irritable.
—Pero va a venir hacia donde. ¿Aquí a la casa?
La verdad ya estaba entrado en pánico y era muy evidente por mi voz frágil.
—Ay Fernanda, ubíquese, obviamente sí. Estaré dentro de una hora allá.
Estaba más que confundida. ¿Mi mamá está aquí en España? Esto es malo, muy malo.