Inmortal.

Capítulo 1.

19 de Junio, 5:00 AM.

Desperté con los ojos hinchados como de costumbre, vi el reloj, eran las 5:00 am siempre me ha gustado madrugar, faltaban dos horas para ir al colegio, por lo general no tengo problemas para levantarme pero esta mañana sentí que la cama tenia algún tipo de imán que me impedía levantarme, deje eso atrás, me levante y fui directo al baño a lavar mi rostro, me mire a los ojos, estos parecían grises en lugar de se azules que es el color que comúnmente llevo en el día, mis labios lucían pálidos y rotos, mi cabello estaba revuelto y me veía mas blanco de lo normal, cada vez me sentía más feo.

Salí de mi cuarto y baje las escaleras hacia la cocina, preparé mi café y le preparé uno a mi madre la cual se encontraba profundamente dormida, sus ronquidos se podían escuchar hasta la planta baja, no me gusta desayunar, en si, no me gusta comer, y eso explica que soy tan delgado como una astilla, muchas personas preguntan si estoy enfermo, no como porque quiera ser delgado, solo no me gusta comer, me revuelve el estomago.
Ya estaba listo para ir al colegio, y mi madre despertó, aún en piyama me llevo a la escuela.

Entre con ese ambiente pesado que se siente en las mañanas y recorrí algunos pasillos, había algunas persona, pero nadie de mi clase, me aburrí de vagar y me dirigí a mi salón, fui el primero en llegar como siempre, después de algunos minutos mis compañeros llegaron saludándose unos a otros, con el rabillo del ojo, mire la puerta había llegado el único chico que me habla, Oscar, es alto muy delgado, casi como yo, con rasgos cuadrados y con un acné bastante extenso, su cara se podía ver la pus amarillenta y sangre de algunos granos reventados, además de cicatrices pequeñas, es repugnante y no digo que mi cara sea perfecta y suave, muchas veces mi piel el grasosa, pero no al grado de sacarme acné, de verdad, su cara me da asco. Me intento sacar algo de platica, ya que no llegaban sus estúpidos amigos, es un idiota, siempre esta inventado historias ficticias de su vida, y es una estupidez, y mas estúpido es quien le cree.

Terminaron las clases y salí sin alguna prisa a la puerta principal, mi casa no quedaba muy lejos así que podía irme caminando-aparte de que no tenía bicicleta-camine con una velocidad rápida, no me gustaba caminar lento, me desesperaba. Llegue a mi casa, no había tomado agua en todo el transcurso del día tenia los labios resecos y de costumbre estaba sufriendo un dolor de cabeza, tome un vaso de agua y escuche la puerta.

—¡Ayy! Mi niño, ya casi es un adulto—llegó mi madre de prisa parloteando con voz aguda como de costumbre

—Hola ma, buenos días—dije al verla llegar del trabajo.

—¿Emocionado por tu cumple?—preguntó con trozos de manzana en la boca.

—Nah, lo regular.

—¿Estarás con tu padre?—pregunto ella fastidiada.

—No lo sé.

—¿No harás alguna fiesta con tus amigos?

—No tengo amigos.

—Si hicieras fiestas mas seguido, tendrías algunos—Hablo con comida en la boca.

—¡Que flojera! ¿Quién necesita amigos? Tengo a Aguacate—me refería hacia mi tortuga.

—Es una tortuga.

—Esa tortuga, es mi amiga.

—Estas loco, fuera de broma, necesitas amigos—dijo recogiendo su plato, me sentí con pesadez y algo de molestia.

Mis padres se separaron cuando yo tenia 9, desde que tengo memoria, ellos discutían mucho, algunas veces llegaban a los golpes, nadie engaño a nadie, solo no compartían ideas iguales, mi papá es muy serio, estricto, metódico, cumplido, rígido, y formal, en cambio mi madre era todo lo contrario, extrovertida, relajada, desorganizada, olvidadiza libre y muy informal, no le gustaban las cosas aburridas, ella siempre buscaba una aventura y mi padre una rutina, simplemente dos personas completamente diferentes.
Mi madre salio a tomar otro turno en su trabajo, es trabajadora social, le encanta ayudar a comunidades pobres, es una carrera deficiente en cuanto a lo económico, y nos sostenemos gracias a mi padre, él es neurólogo y gana muy bien.
Después de que mi madre se fue me puse a escuchar música y dormí todo el día.

19 de Junio, 12:30 pm.
-Sueño.-
Javier, 9 años.

Desperté y vi hacia el techo, mire hacia un lado, mi mejor amigo Otto estaba roncando, se veía gracioso, tenia baba corriendo desde la comisura hacia el piso, escuche un vaso romperse, salí de mi cuarto y vi a mi papas pelear.

—¡Ya no te soporto!—grito mi mamá muy enojada.

—¡¿Qué?! ¿Es enserio? Yo soy el que ya no te soporta ¿por qué tienes que ser tan estúpidamente ingenua?—dijo mi padre moviendo las manos.

—Soy optimista, ¿por qué tienes que ser tan negativo? Todo tiene solución, si lo ignoras, pasará

—¿No entiendes?—tomo bruscamente a mi madre de la cara—La vida no es así, vives como si todo fuera sencillo, no lo es, la vida es difícil.

—¡Sueltame!—le aparto las manos-Eso es lo que me molesta de ti, tus asquerosas vibras de mierda.

—¡Deja de maldecir! ¿Quieres que nuestro hijo hable como camionero? Es muy desagradable ¿Qué tus pobres padres no te enseñaron hablar?

—No vuelvas a insultar a mis padres—le aventó un vaso, mi padre lo esquivo, al escuchar el vidrio estrellarse di un brinco de susto.

—¡Deja de aventarme vasos!—grito con enojo mi papá. ¡Eres una arrabalera! ¡Una ignorante! ¡Una mujer sin educación! Me llevare mi hijo conmigo, no permitiré que se convierta en alguien como tú, o como tus padres.

—¡Te dije que no volvieras insultar a mis padres!—comenzaron a forcejear, sentí dolor de cabeza, de repente, una mano fría toco la mía.

—Ven, tenemos que dormir—era Otto, aún con el manchón de baba.

—Mis papás están peleando—tire una lágrima, sentía vergüenza de llorar.

—Así son los papás, pelean todo el tiempo.

—Tengo miedo—dije limpiando mis lágrimas.

—¿De qué? ¿De qué se separen? Pff, si lo hacen es mejor, se nota que no se caen bien, ¿Prefieres que estén juntos pero tristes? ¿O separados pero felices?—me tomo de la mano.

—Felices—me limpie los mocos con la otra mano y fuimos a acostarnos, ya acostados tenia que decirle lo que sentía—Otto, necesito decirte algo...—no es escuchaba nada—¿Otto?-sus ronquidos me molestaron—¡Otto!—ya se había dormido, creo que se lo diré en otra ocasión.

20 de Junio, 5:00 pm.

—No se lo dije-una lágrima corrió por mi rabillo—Debo hacerlo.