Vidas divididas.

Ambos soñamos con algún día poder unir nuestras vidas, aunque parece ser un futuro lejano y los días pasan lentos, nuestra promesa no se desvanece aun.

Tú vives tu vida y yo la mía. Nos contamos las cosas que pasan durante el día todos los días para sentir que uno forma parte de la existencia del otro sabiendo que no es así.

¿Qué pasa cuando nuestras vidas se tornan ocupadas y nuestro tiempo se limita? Cuando difícilmente podemos mantener una conversación estable... ¿Sientes lo mismo que yo?

Te siento lejano y mis intentos por acercarme solo me hacen sentir como una persona obsesiva.

Puede sonar egoísta, pero quiero formar parte de tus días... Una gran parte. No solo un pedacito de conversación nocturna antes de ir a dormir.

Tus palabras antes eran cálidas, tenían vida propia, me rodeaban y me hacían sentir como la persona más querida del mundo. Porque realmente puedo darme cuenta cuando dices las cosas de corazón o solo lo haces para tratar hacerme sentir bien.

¿Crees que no me he dado cuenta que he quedado en una esquina de tu vida? ¿Te das cuenta que tú sigues llenando todo mi corazón?

Sin embargo, sé que el hecho de que no pueda vivir sin ti no quiere decir que deba retenerte para mí, con el propósito de que, a la fuerza, no puedas vivir sin mí.

¿Qué tan absorbente hay que ser para desear estar por encima de las demás personas que te rodean?

¿En qué momento te volviste una persona tan fría y yo me volví una persona tan cálida?
Así es amor, los papeles se invirtieron.
¿Hay vuelta atrás?

Esto dejo de ser una batalla que combatíamos juntos por una que solo yo combato para hacerte regresar.

¿Qué pasaría si dejo de sujetar la soga que tengo atada en ti?
Tengo miedo de saberlo.

Solo sé que sujetaré esa soga hasta que mis brazos se cansen y ya mi corazón no pueda más.

e|SK