Capítulo 1

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Era un día casi no muy soleado aquella mañana, tan viva y llena de brisas frescas que daban alegría y energía a todas las personas; como costumbre de mí en vacaciones, me levanté temprano a prepararme un desayuno rápido y simple para poder terminar lo más pronto posible mis deberes de la casa y poder irme a la casa de uno de mis amigos. Rápidamente, después de comer, empecé a barrer de esquina a esquina toda la casa, barrí debajo de los antiguos y pesados pero muy elegantes muebles de mi abuela, barrí y quite las telarañas que encontraba en algunas esquinas del techo, y fui así en ese paso hasta terminar de barrer la casa; luego de eso comencé a limpiar todo lo sucio que había por ahí. En eso mientras yo seguía limpiando, mis padres se aproximaron lentamente con mucho sueño, yo sin explicación de que ellos hasta no hace poco dormían me acerqué al reloj más cercano que estaba a mi y miré la hora haciendo un gesto de desagrado; al mirar la hora me di cuenta que apenas era nada más y nada menos que las 7:15am. Obviamente tuve que esperar a que se hiciera un poco más tarde para que yo pudiera ir a casa de mis amigos (claro, a quien se le ocurre estar despierto tan temprano en vacaciones), mientras el tiempo transcurría me había puesto a charlar con mis padres ya que estaban totalmente despiertos y totalmente activos.

Estábamos conversando sobre lo que quería ser cuando llegara el momento de que estudie en la universidad -yo siempre quise ser un excelente pediatra, pero para alcanzar aquello tenía que pagar un alto precio... tener que sacar notas altas mínimo como un 19-, cuando de repente mi padre Gerardo Rodríguez, un hombre que estudió mucho en su niñez y hasta trabajó para ingresar él mismo a la Universidad Central de Venezuela (cuando entonces era la más difícil para ingresar) y estudiar como Programador como siempre lo había soñado; tocó el tema de cómo iba en mis estudios. Pasó un rato completamente silencioso después de haberme hecho la pregunta -generalmente yo nunca sacaba malas notas en mis estudios, pero había veces en la cual sacaba notas un poco bajas, pero nunca llegué a raspar las materias-, hasta que fijé lentamente la mirada hacia el reloj y noté que ya eran las 8: 50am, y rápidamente para quitarme aquel momento incómodo me arreglé, despedí de mis padres y salí a la casa de mis amigos.

Llegué rápido a la casa de uno de mis amigos que me la juntaba casi todo el tiempo. Al llegar a su casa saludé a su madre la Sra. Villafuerte, y entré al cuarto donde dormía mi amigo Dehiler, donde empezamos a charlar sobre una chica a la que él le gustaba:

Tienes que verla chamo es bellíííííssima, tengo que buscar la forma de poder hablar con ella... Hasta que no hable con ella no descansaré en paz -dijo Dehiler mostrando una expresión en su cara de tristeza-.

Bueno y qué no tenías ya un noviazgo con esta tal Katherine? -dije poniendo una cara de que no podía comprender-.

Tu mismo lo dijiste mano, "tenía" una relación con ella.

Ay, lo lamento; pero por qué terminaron exactamente...

/Viniendo de mi amigo Dehiler es muy normal que tenga una relación con una chica por el cual sacrificó mucho para poder estar con ella, y las semanas ande solo porque terminaron por cosas muy absurdas/

Bueno, siéntate y ponte cómodo; tu sabes que ella es un poco indecisa y todo lo que dice o hace bla bla blabla blabla blabla blabla bla blabla bla bla? Blabla bla bla bla...

Hey... Waly, despierta... WALTER, HORA DE DESPERTAR -me dijo Dehiler a gritos para buscar la manera de volver a despertarme-

Aahh?? Qué??? (dije con sueño y un gran bostezo que guardaba desde hace rato)... Disculpa viejo, creo que me quedé dormido con lo que me decías, por cierto, qué decías?

... (Se quedó Dehiler pensativo por un rato mirando con rabia)

Bueno sabes qué chico, no importa. Lo que te decía es que esa chama me gusta pero no quiere una relación -diciéndome él mostrando poco interés en aquello-

La cruda pero bella vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora