Capitulo unico

275 22 15
                                    

_Bastardo! Ya levántate!- Lovino azoto la puerta de la habitación y entro viendo como el español aun dormía sin importar que fueran las 12 del día- Que haces aun durmiendo, bastardo- el español se dio vuelta en su cama y lo miro somnoliento

_Mh....Romano! No seas cruel! Es Domingo....- hizo un pequeño puchero y volvió a cerrar los ojos

_Y a mi eso que? Yo estoy despierto desde las 9.

_De seguro por eso estas tan gruñón....

_Que dijiste bastardo!

_Mhh....ven y....-lo tomo de un brazo y lo metió a la cama junto a el- relájate un poco...

_Que crees que haces maldito imbécil!

_Relajarme junto a mi tomatito~- le paso un pierna por encima y se acurruco contra el

_Ya suéltame idiota!- forcejeo, pero al lado del español era un verdadero debilucho- Maldito bastardo....

_Mh~ De todas formas dejaste de forcejear~- lo apretó otro poco y le beso la mejilla. Esto fue lo que rebalso el pequeño vaso de paciencia que tenia Romano

_Suéltame, maldito bastardo!- sin ningún asco subió un brazo y le dio un manotazo en toda la cara, junto con un típico cabezazo en el pecho. Esto hizo que el español lo soltara y así se pudiera levantar- Levántate maldito- eso fue lo ultimo que dijo antes de salir de la habitación. Camino por el pasillo y llego a la sala de estar donde se quedo parado sin saber que hacer. El maldito de España se iba a demorar mas de media hora en levantarse, si es que no se quedaba dormido de nuevo, y Romano no gustaba mucho de los quehaceres domésticos, excepto por una cosa. Se dirigió a la cocina y saco una olla para empezar a cocinar. Ayer el español lo había obligado a comer su deliciosa paella por lo que el desgraciado se tenía que aguantar su pasta. Luego de ir al jardín por unos tomates maduros se instalo frente al mesón a preparar la comida.

Luego de un rato, cuando ya estaba revolviendo la pasta en la olla, sintió unas manos en su cintura, junto con algo o mejor dicho alguien pegado a su espalda. España rio levemente apoyando la cabeza en el hombro del menor

_Debí imaginar que era pasta

_Agradece que te hago comida, bastardo

_Es verdad- le dio un pequeño beso en la mejilla- gracias por hacerme de tu deliciosa pasta~

_Serás maldito...- giro el rostro para ocultar su sonrojo

_Eres tan lindo cuando te sonrojas, Romano- acaricio levemente su cintura y le dio un beso en el cuello, lo que hizo que a Romano lo recorriera una corriente eléctrica

_Ya cállate bastardo, o te dejo sin comer

_"Igual que una esposa, pero menos delicada para hablar"- pensó el español, aunque no lo dijo por el bien de su hambruna.

Se quedaron en esa posición el resto de tiempo que demoro Romano en terminar de cocinar. Luego se sentaron en la mesa a comer "tranquilamente", tranquilamente entre comillas ya que no faltaron los comentarios del español y las maldiciones del italiano

_Oh! Hoy a la noche van a venir Francis y Gill. De seguro viene Alemania con tu hermano~

_Mi fratello? Y para que va a venir? De todas formas ustedes tres van a terminar ebrios como siempre

_No lo se, pero Gill me dijo que vendría su con hermano y como Ita-chan no se despega de el- se encogió de hombros mientras terminaba de comer

_Tch- el italiano miro a otro lado y se termino su comida.

/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\

Para cuando la tarde empezaba a caer llego Italia, que fue el primero en llegar, junto con las quejas de su hermano por llegar tan temprano. Al final los ayudo a ordenar todo para cuando llegara el resto. Hubo un momento en que España desapareció junto a Italia y Romano se quedo solo en la sala mirando como la luna que empezaba a subir en el cielo.

Te amo, maldito bastardo (Spamano/Hetalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora