Connection [NamJin]

Prólogo

Caminar por las oscuras calles mientras la ciudad dormitaba era uno de los mejores momentos que vivía. El crujido de las hojas secas bajo mis pies hacían eco entre las estrechas calles. El olor a lluvia que bañaba las casas a mi alrededor y la humedad que se sentía hasta en los huesos es lo que podría llamarse, otoño; que iba desapareciendo para darle paso al invierno.

Mi época favorita.

Podría sonar triste y melancólico pero iba con mi personalidad, fría y rechazada. Las personas prefieren el sol, la calidez y el olor que brinda la primavera. Cuando esa época llega, las calles se llenan, las personas muestran una actitud más feliz y enérgica y llegan las excursiones.

¿Por qué salir en un día frío y apagado cuando puedes hacerlo soleado y despejado?

Pregunta fácil, pero no cuando tu respuesta es diferente al resto. No te entienden, esas son sus respuestas. ¿La mía?, me daba igual, no necesitaba que me entendieran.

Así era yo, una persona que rechazaban y rechazaba, pero libre de todo. Donde mi vida era lo único que me importaba, las personas que entraban en ella, salían de la misma forma, mi forma de vida era mía y nadie se metía en ella, quien lo hacía estaba fuera.

Caminando bajo la farola parpadeante y cruzando un enorme charco de agua estancada, llegué hasta mi coche. Encendí el motor y tras frotarme un poco los ojos arranqué.

Éste era otro de los motivos del porqué me gustaban los días así, las carreteras estaba desérticas y aumentar la velocidad no era un impedimento para mí.

Luces brillantes podía ver a mis costados al conducir a tanta velocidad, formaban un destello a su camino, las estrellas apenas se podían ver y la luna se veía inútil; por culpa de las tantas farolas que iluminaban las calles. El molesto chirrido de las ruedas acompañaba al ruido que producía el motor. A veces, los destellos de las luces desaparecían y se volvía todo negro, pero de pronto volvían a aparecer, así constantemente.

Un nuevo ruido que jamás había escuchado se sumó.

Después de ello un fuerte dolor se produjo en mi cabeza, seguido por la calidez de algo recorrer por mi rostro, la oscuridad volvió a hacer acto de presencia y se llevó todo mi dolor y mis sentidos.