Fue una noche muy divertida para las dos, bailamos mucho y fuimos asediadas por demasiados chicos en la discoteca, creo que no repetimos un baile con un mismo chico; pero sobre todo logramos nuestro objetivo Laura y yo, dejamos a mas de uno calientes y con ganas de llevarnos a la cama, vaya que muchos eran tipos muy agradables y guapos, que intentaron todo para convencernos, nadie perdió su oportunidad para convencernos, pero hoy ese era el acuerdo entre Laura y yo, solo bailar y divertirnos sin terminar abriéndole las piernas a ningún chico.
Bebimos pero no fue lo suficiente para ponernos ebrias, así que cuando salimos de la disco yo pude conducir perfectamente y sin ningún problema, el plan era que yo me quedará a dormir en casa de Laura ya que sus padres no estaban. En esa época, a nuestros 17 años, ya habíamos recorrido algo de trecho en torno a nuestras vidas sexuales. A Laura la conozco desde que teníamos 15 años y asistíamos a la secundaría, desde que nos conocimos hicimos una muy grande amistad y nos platicábamos todo, ella sabía de mi primera vez y yo sabía de su primera vez.Llegamos a su casa y comenzamos a recordar las estupideces que habían hecho esos fracasados Don Juanes que querían ligarnos, de como los poníamos calientes y después los mandábamos a volar, nuestras carcajadas eran sonoras. Laura sacó una botella de tequila y nos tomamos algunos tragos mientras platicamos, las dos aceptamos que nos quedamos calientes y de no haber sido por la promesa que hicimos de hoy no terminar en la cama de un chico, seguramente en esos momentos estaríamos teniendo sexo, después, la charla se apagó y nos quedamos unos minutos en silencio, decidimos que era hora de ir a dormir.
Como era costumbre cuando ella o yo nos quedábamos a dormir juntas en nuestras respectivas casas, lo hacíamos en la misma cama. Nos desmaquillamos y ella me prestó una playera para dormir -estoy acostumbrada a solo dormir con playera y pantaletas-, nos acostamos apagamos las luces y por unos minutos hubo silencio.
Yo estaba acostada de lado dándole la espalda a Laura, ella me abrazó por detrás y puso su brazo en mi estomago, me empezó bromear que yo era una cabrona calienta chiles y me recordó a Esteban quien dijo que en estos momentos se ha de estar masturbando pensando en mi, nos reímos, yo le dije que ella también era una desconsiderara: "Mira que formársele un bultote a Mauricio y tu tirarle la cuba encima" nos volvimos a reír y ella respondió irónicamente:-"¿Pues que tiene? Se veía muy caliente y yo lo que hice fue bajarle la temperatura, ¿Qué no ves que la cuba tenía hielos?", nos volvimos a carcajear.
Volvio el silencio, Laura paso su mano en mi muslo cerca de mi cadera y con su otra mano empezó a recorrer mis cabellos castaño ondulado, me empezó a contar no sé que, sus caricias me estaban arrullando, un momento después Laura me jalo el cabello ligeramente y me despertó de mi sopor, entonces le dije-¿Qué?
¿Si o no? respondió ella, yo no sabía a que se refería pero para que no pensará que no le estaba poniendo atención le dije Si.
Entonces ella se estiró y subió medio cuerpo encima mío y me plantó un beso en los labios, a mí me descontroló pero no me alarme ni dije nada, entonces ella me preguntó:
-¿Te gustó?
.-Sí, claro, le respondí- , no sabía que había pasado ni que es lo que me había estado platicando
Acto seguido se recostó frente a mí y siguió acariciando mi cabello y me volvió a besar, yo no la rechace, me gustaba lo que hacía, besó mi cuello y empezó a tocar mis nalgas y mis tetas -ella siempre me decía que le gustaría tener mis tetas, ya que yo las tengo más grandes que ella- Me empezó a subir la playera y a bajar las pantaletas, yo no actuaba sólo me dejaba hacer, si bien respondía a sus besos, mis manos estaban inmóviles, nos fuimos acomodando hasta que ella quedo encima de mi, abrió las piernas y se recostó completamente sobre mi, tomo mis manos y las colocó en su cintura, me beso y metió la lengua, en eso momento reaccione y empece a tocar sus nalgas, su espalda y los lados de sus tetas, como pude también intente bajar su tanga y subir su camisón de dormir. Nos detuvimos un poco y nos ayudamos a desvestirnos.
Nos quedamos mirando nuestros cuerpos, anteriormente nos habíamos visto desnudas muchas veces, las dos aceptábamos que teníamos buen cuerpo, desafortunadamente para las dos, no nos quedaban la ropa de la otra, ella es casi 10 cm más alta que yo, y es muy delgada, sin ser flaca.
Después yo tome la iniciativa y la tome de la barbilla y la bese, ella me tomo de la cintura y junto nuestros cuerpos, empezamos acariciarnos y besarnos apasionadamente, ella besaba riquisimo y yo no quería quedarme atrás. Al poco rato ella volvio a moverse para quedar encima de mí, entonces fue bajando sus besos, por mi barbilla, mi cuello, que también lamía, luego mis hombros, en medio de mis tetas, luego mi teta izquierda, pasó su lengua por mi aureola, tomó con sus labios mi pezón, y con la otra mano comenzó a magrearme la otra teta; cuando separaba su boca de mi pezón me decía:-Amalia que tetas tan ricas tienes; a mi eso me ponía más cachonda, luego pasó su boca a mi otra teta e hizo la misma acción, después de unos minutos de hacer eso, volvio a bajar con sus besos, por la boca del estomago, mi ombligo, ahí estuvo jugando con su lengua unos minutos, siguió bajando, por mi monte de venus, en esos momentos yo ya estaba mas que caliente y acariciaba su melena castaña clara y presionaba su cabeza contra mi.
Me abrió de piernas y poso su boca directamente en mi clítoris, mi vagina en esos momentos chorreaba de líquidos, me estaba dando un placer indescriptible, me sentía tan bien, lamió por un rato mi vagina, Laura sabía donde lamer, chupar y tocar con sus dedos, pero también sabía que mi orgasmo vendría pronto, así que súbitamente quitó su cabeza de mi vulva yo abrí los ojos y con mirada maliciosa me preguntó:-¿Te gusta?
-Me encanta, respondí jadeando
Entonces ella se acercó a mi cara y me dio un beso, que hizo que probara mis fluidos. Me dijo que si no quería intentarlo, yo estaba muy excitada, la empuje y cayó de espaldas y me fui directamente a su vagina, yo también conocía donde debía lamer y besarla, así que lo hice, pero después de unos minutos ella me dijo que esperará
-¿Sabes? no hay que ser egoístas las dos podemos darnos placer-, me dijo. Nos acomodamos en un 69 aunque ella es un poco mas alta que yo, nos pudimos acoplar bien, y empezamos a darnos lengua en nuestras vaginas húmedas, calientes, palpitantes y excitadas. No lo podía creer, ahi estabamos dos mujeres dándonos y disfrutando del placer, yo nunca había presentado tendencias lesbicas, pero en el fondo a mi me encantaba Laura, me gustaba su cuerpo y su cara, sin decir de su personalidad, yo sabía que sentía algo por ella, pero siempre lo atribuí a una gran amistad.Lamía su vagina era exquisita, solo tenía un triangulito de vellos y lo demás totalmente depilado, me encantaban sus labios rosaditos y grandes, los lamía y besaba, ella era una fuente de líquidos sexuales, me los bebía todos; además de mi lengua me ayudaba con mis dedos para darle mayor placer, en agradecimiento del que ella me estaba dando.
Por su parte, Laura me penetraba con su lengua, trataba de meterla lo mas profundo posible, y ahí dentro la movía maravillosamente, detenía con dos dedos mis labios vaginales, mientras que al mismo tiempo les aplicaba un leve masaje muy placentero.
Ahora me daba cuenta porque tantos tipos con los que ella se había enredado en una aventurilla nocturna, la buscaban tanto; ¡simplemente hacía maravillas con su lengua!. Como ella anteriormente me había estimulado mi vulva yo ya estaba al margen de explotar en un orgasmo, pero ella detenía sus caricias para retrasar mi orgasmo, después de que me "tranquilizaba" un poco seguía con su labor, yo no paraba de lamerle, así que cuando me volvió a mamar mi vulva no pasaron mas de 5 minutos cuando ella empezó a mostrar signos de que su orgasmo llegaba, pero no me detuve, y ella acelero la masturbación de mi rajita, como adivinando que queríamos llegar a l orgasmo al mismo tiempo, nuestras lamidas se volvieron salvajes, como fue salvaje la explosión de nuestros orgasmos, el cuarto se lleno de ruidosos gemidos de placer. ¡Era genial!
Después de un largo lapso que duraron nuestros orgasmos, nos relajamos y nos acoplamos, nos invadió un sentimiento de ternura por ambas y nos abrazamos y nos besábamos los labios. Las dos sabíamos que no había sido el alcohol, que no había sido un error, las dos en nuestros inconscientes lo deseábamos y hoy había sucedido, no había sentimiento de culpa, nos acurrucamos las dos abrazadas, y le dije:- Laura en verdad te amo-, y la bese, ella me correspondió y dijo
- Yo también Amalia.
Esta no fue la ultima vez que tuvimos relaciones, en otras ocasiones incluso hicimos un trío con un chico; no me considero totalmente lesbiana, soy bisexual, pero soy más selectiva en torno a una chica que con un chico.