"Miradas" (Chris Evans, Mini Fic).

Capitulo 1.

-Okey cariño, me alegra haberte visitado, ¿Segura no necesitas nada?

-Si mamá... -Suspire.

-Esta bien, es que me preocupa que estés viviendo sola- Decía acomodándose el bolso.

-Si lo sé -Reí- Pero está bien, ya llevo un mes así y no e incendiado el departamento.

-Me reprendió con la mirada y yo eché una risita-

-Okey -Se paró en la puerta- Te cuidas.

-Mamá, claro que lo haré , tengo 21 años no debes preocuparte por nada.

-Es mi deber como madre preocuparme.

-Si tú lo dices-Reí.

-Digo y afirmo... -Se me quedó viendo sería- Okey, ya me voy nada de hacer fiestas ni de tampoco meter chicos.

-Diablos, tendré que decirle al modelo Europeo que no venga-Fingí enojo.

-Ally...

-¡Solo bromeo mamá!, ni que fuese una adolescente en plena etapa de exploración sexual -Bufé- Solo veré una película y ya, luego de eso dormiré y haré mi rutina de todos los días mañana.

-Okey -Sonrío y se escuchó el cielo tronar- Al parecer va a llover, esperemos no te entre agua o que se vaya la luz.

-No lo creo mamá.

-Pues bien, mucho cuidado -Sonó el claxon- Tu hermano ya está desesperado en el auto, le dije que lo llevaría al cine después de venir a verte- Río.

-Entonces ve -Reí- Ya sabes lo caprichoso que es ese enano.

-Si lo sé, te veo luego hija.

-Igualmente mamá, salúdame a papá y dile que lo amo.

-El té ama también pero ya sabes... El trabajo -Suspiro- Buenas noches cariño.

-Mi madre me dio un beso en la mejilla y me dedico una sonrisa para luego retirarse. Después de eso yo me puse pijama y prendí el televisor para conectarme en Netflix y poner una película, en lo que iniciaba sesión y esas cosas busque comida chatarra para comer en lo que la veía, no había nada-

-Mierda, ¡Tendré que ir a comprar!-Maldije para mí misma.

-Me revestí con el atuendo que traía el cual consistía en una sudadera y jeans, luego coloqué un impermeable, unas botas y tome un paraguas, a pesar de que iba en mi auto me los puse por las dudas, tome mi bolso y conduje al súper mercado.
Al llegar ahí fui directo a tomar lo que compraría, hoy era de estos días en que comería sin remordimiento, siempre cuido mi alimentación y me ejercito pero hay veces en que se puede consentir uno, como el desastre que iba hecho termine de escoger con lo que me alimentaria y fui a la caja a pagar-

-Unas galletas, helado, patatas fritas-Murmuraba el cajero mientras pasaba.

-Gracias a Dios mi sueldo cubre esto-Pensé.

-Gaseosa... Dulces...-Seguía murmurando.

-¿Va a seguir diciendo que es lo que compre?-Dije fastidiada.

-El cajero se me quedo viendo y sonrío-

-¿Eres soltera? ¿No?, digo... Demasiada comida chatarra-El marcador indicó cuanto debía pagar.

-¿Eres alguien que se mete en lo que no le importa?, ¿No?-Respondí tranquila y busque el dinero en mi bolso.

-Me hizo una mala cara-

-Aquí está su dinero, conserve el cambio-Le di los billetes.

-Tome las bolsas, salí de ahí y abrí el paraguas, luego de eso subí a mi auto de nuevo y fui a mi casa, la lluvia se hacía más fuerte y conduje con cuidado, el viento era frío y soplaba con ganas, cuando por fin llegue a mi hogar, (Que por suerte estaba en planta baja) deje las bolsas para abrir primero, corrí hacia la puerta y buscaba las llaves pero...-