Prologo

12 1 0
                                    

Llegué a la escuela con demasiado sueño, la noche anterior no había dormido como se suponía que debía hacerlo para un primer día de clases y esta mañana mi madre me había levantado antes de la hora necesaria.

Necesitaba un café para poder despertar al menos un 80%.

-Vale, Vale - escuché la voz de mi mejor amiga.

Para haberse desvelado conmigo la noche anterior tenía muchísima más energía que yo.

-Hola - saludé soltando un bostezo. - ¿Qué pasa?-.

-Te tengo una noticia, adivina-.

-No estoy para adivinanzas, Sky-.

-Este año se integran nuevos alumnos a nuestro grado-.

-¿Y qué tiene eso de especial?-.

-Son cinco chicos muy apuestos. Y no son cualquier chicos, son cantantes. Adivina de cuál banda-.

-No estoy para adivinanzas - repetí.

-Ash - se quejó. Al parecer le estaba quitando la diversión al asunto. - ¡Son los chicos de CD9!-.

-¿CD qué?-.

-¡Ay no te hagas! Los hemos escuchado en la radio. Ya sabes los que cantan Ángel Cruel-.

-Ah sí, me gusta esa canción - volví a bostezar.

-Mira - señaló - ahí están dos-.

Efectivamente, por ahí pasaban dos chicos, guapos he de decir. Uno era bajito de ojos verdes azulados, el otro era un poco más alto, pero no por mucho, de cejas abundantes y pestañas que cualquier chica daría la vida por tener.

-¡Vamos a pedirles una foto!-.

-Sky, eso sería raro considerando que serán nuestros compañeros. Además, quiero un café y falta poco para que inicié la primera clase-.

-De acuerdo, ve por tu café. Yo te apartaré lugar en el salón-.

-Gracias - retomé mi camino.

Cuando llegué había un gran alboroto en un rincón. Unas cuantas chicas rodeando no sé que diablos, primero pensé que alguien se estaba peleando. Estuve apunto de acercarme, pero pude ver lo que pasaba. 

Tres chicos, el resto de la banda, supuse, tomándose fotos y firmando autógrafos. 

Una vez que tuve mi café me fui directa al salón antes de que me pusieran retardo el primer día.

Ya un poco más despierta gracias a mi café, mi cerebro comenzó a funcionar mejor. ¿Qué hacían estos chicos aquí?

Vi a los dos primeros de nuevo. Al igual que sus tres compañeros, rodeados de chicas.

¿Qué hacían estos chicos aquí?

Finalmente con su dinero podrían pagar un tutor privado.

Y entonces sin que nadie me lo dijera, lo pude deducir yo misma. Querían atención, digo ¿Por qué otra razón entrarían aquí? ¿Para estudiar? Lo dudo mucho.

Querían atención y a juzgar por lo que estaba pasando, la estaban consiguiendo.

Sin conocerlos, ya los había descifrado... Eran un quinteto de egocéntricos.

Shakespeare y SerenatasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora