Capítulo 1

14 1 0
                                    

Después de un par de semanas las cosas se habían calmado un poco. Algunas chicas seguían hablando de CD9 y temblaban al verlos pasar, otras ya habían logrado hablar con ellos y no de ellos, sin mucha pena.

Tal vez con un poco más de tiempo, todos dejarían de comportarse como idiotas.

Por suerte mi mejor amiga ya se había controlado, apenas si hablaba de aquellos chicos y yo por mi parte prefería mantenerme alejada de todos ellos.

Banda de egocéntricos chicos creídos que necesitan atención, para mí eran eso y nada más.

Como era de costumbre, a las 9 salimos al descanso, entré a la cafetería y al poco tiempo divise a mi amiga sentada en una mesa del fondo junto con otras chicas que según mi perspectiva se veían bastante agradables.

-Hola - saludé mientras tomaba asiento.

Todas contestaron el saludo.

-Cuéntanos ya - le dijo una de las chicas a otra.

-¿De qué hablan? - le pregunté a Sky en secreto.

-A Karen le tocó hacer equipo con Jos para una clase - contestó.

-Él es muy lindo - comenzó la chica. - Y súper divertido-.

-¿Y qué más? - Preguntó una segunda chica.

-En realidad no hay mucho que contar, sólo que... ¡me pidió que saliéramos después de su concierto de este viernes! - todas gritaron, excepto yo.

-¡Qué bien! - La primera chica la abrazó.

-Yo que tú no me emocionaba. Recuerda que ya antes invitó a Jennifer, Andrea y Cat, y con ninguna pasó de una sola cita-.

-Tal vez, pero puede que conmigo sea diferente. Karen alzó los hombros.

Puse mis ojos en blanco.

-Voy por mi almuerzo - dije poniéndome de pie.

Tras caminar a la barra me decidí por comer unos ricos tacos junto con una ensalada, hay que cuidar la línea ¿no?

Sky llegó a un lado mío.

-¿Por qué te fuiste? - me preguntó.

-Tengo hambre-.

-Era porque hablaban de los chicos - era más una afirmación.

-Sí-.

-¿Por qué te caen tan mal?-.

-No me cae mal - mentí - sólo que no le veo caso a tanto alboroto. No son los únicos chicos guapos-.

-No, pero son los únicos famosos-.

-La fama no hace a la persona, Sky. Si alguna de estas chicas los quisiera de verdad no se acercarían porque son "famosos"-.

-Espera ¿estás defendiendo a los chicos?-.

No, sólo digo lo que es-.

Pagamos el almuerzo y nos fuimos de ahí.

Casi llegamos a una mesa vacía, pero uno de esos tan mencionados chicos pasó corriendo y tiró mi desayuno.

-¡¿Qué te pasa, idiota?!-.

-Bryan, detente - pidió otro de ellos que venía más atrás.

Era el más bajito de todos.

-¿Qué pasó? - preguntó el idiota... ¿Ryan?

-Me tiraste el desayuno - acusé.

-Que tú tengas manos de mantequilla no es mi culpa-.

Shakespeare y SerenatasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora