Parasomnia Lobuna-Sterek #SterekAwards

Parte única

-Sólo ve a domrir Stiles- papá tomó su taza de café mientras hundía su cabeza de nuevo entre todos los expedientes sobre la mesa.

Sin otra cosa que discutir,subí los peldaños que me quedaban para adentrarme a mi habitación, comenzaba el frío en Beacon Hills lo que significa que tenía que enrollarme como rollito californiano para dormir, no era del todo cómodo puesto que era toda una trampa mortal al despertar e ir a la escuela, no tenía un pecho fuerte y tibio donde recostar mi cabeza, ni ningunos brazos atrapandome firme y dándome calor. Si no era como si necesitará ningún peculiar chucho amargado.

Esta bien, si lo hacía.

Solo en mi cabeza podía admitir el hecho de intentar seducir a Derek y fracasar mediocremente, tampoco es como si esperara una respuesta positiva de su parte, solo era ¿esperanza? No estaba seguro.
El hombre había estado más malhumorado de lo normal y gritandome cada vez que tenía oportunidad, era en ese momento en el que reflexionaba, si en realidad me gustaba Derek o solo era algo inalcanzable que quería sostener en mis manos.
Cerré la puerta con seguro e intente conciliar el sueño justo como papá me dijo, mañana sería un día pesado puesto que era Jueves y era día de entrenamiento y no sólo de Lacrosse sino también con la manada.

...

Solo dos pequeñas lucesitas rojas pude distinguir entre la bruma del sueño y la oscuridad de mi habitación, al parpadear visualice una figura un tanto borrosa,seguido de un gruñido.

-¿Scott?-mi voz salió ronca por el sueño. Y otro gruñido pero este un poco más bajo,un tanto ahogado.
La figura se acercaba observando con mejor detalle.
Frente a mi estaba Derek con unos pantalones de Chándal y una camisa vieja que si no estuviera medio dormido podría asegurar que era mía. -¿ Qué haces tan tarde aquí Derek?- murmure.

No recibí respuesta en cambio me observaba con detalle,alzando su linda nariz como si hubiera persibido un nuevo aroma. De repente salto sobre mi rebotando en la cama y hudiendo su rostro en la curvatura de mi cuello olisqueando con vehemencia.

-Basta Derek me haces cosquillas - tome sus hombros en un intento de alejarlo de mi cuello, sin embargo tomó mis manos sosteniendolas sobre mi cabeza mientras recibía una mirada carmesí de advertencia.
Tomando más libertad comenzó con un recorrido con su nariz de mi cuello cruzando por mi hombro y decendiendo aún más. Mentiría si dijera que no me gustaba pero era Derek Hale quien lo estaba haciendo.

-Hale estas enloqueciendo basta..uhm..tienes que dejar....ah.- No pude evitar gemir cuando ataco cierto punto por mis clavículas, pude escuchar su risita traviesa y estuve a punto de objetar pero todos los nuevos toques de su boca estudiando cada parte de mi piel, besando con más intensidad los lunares que sobresalía junto a las caricias de sus manos sobre mi cintura y jugando con el dobladillo de la camisa.

Acepto que ya no estaba poniendo resistencia pero, ¿Quién en su sano juicio lo haría?

Saco mi camiseta en un movimiento veloz y el aire frío de la ventana me hizo temblar, el pareció notarlo puesto que enrollo sus brazos en mi torso tomando su tiempo en reposar su cabeza ahí, escuchando mis latidos.

Todo se sentía en paz incluso el ruidito constante que venía desde la planta baja había cesado, la penumbra predominaba en la habitación a excepción de la poca luz que entraba a causa de la luna.

Las manos del alfa volvieron moverse sobre mi torso, ahora desnudo, en una delicada caricia casi amorosa que me sorprendio. Se irguió tomando el dobladillo de mi pantalon para dormir y bajándolo de un tirón.

-Ey, no seas bestia-gruñi intetando volver a tomarlos pero fallando cuando tomó mis muñecas y beso la palma de cada una, las dejo a cada costado terminando se sacar los pantaloncillos, comenzó con acariciar mis muslos con su dedo índice haciendo líneas tomando su tiempo en prolongarlas haciéndome estremecer, como si tuviese un hechizo sobre mi volviéndome manso en cada toque, no podía evitar los largos suspiros que salían de mis fauces cuando sus manos tomaban mis piernas para separarlas con delicadeza y comenzar a repartir besos por todas partes con una serenidad inexplicable como si tuviese todo el tiempo de los dioses, bajo hasta quedar sentado al final de la cama y jugar con los deditos de mis pies, siguió con pasar sus dedos por la planta provocando que riera a causa de las cosquillas y subió de nuevo haciendo un camino de líneas por toda la parte baja de mi cuerpo, beso mi abdomen para seguir con mis hombros y siguiendo un trazo de besos más prolongados por los brazos mordiendo con suavidad cada lunar que encontraba. En un movimiento inesperado tomó mi boca en un beso mezclando lo erótico y la dulzura en una combinación perfecta, homogénea. Sus dedos se crisparon en mis caderas con la posesividad pasional de un lobo Alfa haciéndome jadear, sus labios mordisqueando los míos para después pasar la lengua por ellos aliviandolo.