-¡eres un hijo de puta Min Yoongi!
-bájale a tus humos ______ -la indiferencia era una de las cosas que más dolían de él, veces me sorprendía que él fuera tan frío. No podia creer que tenía cara para decirme algo así, cuando las imágenes de él besando a otra chica habían salido a la luz.
-¿me pides que me calme cuando me has engañado?
-¿cuándo se supone que lo hecho? Lo único que he estado haciendo estos días es aprovechar en dormir las pocas horas que tengo y hablar contigo en las noches. -su voz era raposa y por un momento estuve a punto de creerle pero las imágenes que había visto no podían negar lo ocurrido. Era el, besando a una chica en un hotel.
-¿acaso no has visto las noticias? ¡Estabas besando a una chica en un hotel, en Osaka!
-no desperdició mi tiempo en eso y lo sabes -mis lagrimas no tardaron en salir y las ganas de tirar el celular no me faltaron, como si fuera a solucionar algo.
-¡¿es lo único que vas a decir?!
-¡¿que demonios quieres oír?! - alzo la voz y podría jurar que estaba con el ceño fruncido y mordiendo su labio sin parar.
-¡la maldita verdad!
-¡la única verdad es esta, te amo y eres una idiota por creer que siquiera podría buscar a otra persona teniendote a ti! -no solía decirme que me amaba, siempre ha sido un poco frío y no me molestaba, él no tenía que decirme esas dos simples palabras porque me lo demostraba. Incluso tenía momentos en los que era adorable y risueño, dolía que lo dijera ahora. -¡me vale mierda si no me crees! Se lo que he hecho y no me he metido con ninguna puta
-¿te vale mierda lo que piense? ¿Soy una idiota? ¡Como quieras Suga, esta relación se va a la mierda entonces!
-tú lo has decidido así desde que desconfiaste de mi -odiaba que nada le afectará o al menos eso demostraba, colgué y el celular termino siendo arrojado en el piso, probablemente estaba roto pero no me importaba.
Me senté en mi cama, mientras las lágrimas corrían por mi cara, mire el pequeño cuadro de la mesa de noche y me sentí aún peor. Estábamos dormidos y abrazados en su cama, la foto la tomo Jungkook a escondidas, no dejaron de molestar por un mes pero la foto era hermosa y Kook no dudó en dármela. Tire el cuadro y el vidrio evidentemente se rompió, lo odiaba. Odiaba que yo no le importará, que se haya metido con la primera que se le presentara, odiaba amarlo tanto.
Probablemente había pasado dos semanas desde que habíamos tenido esa conversación por teléfono, mi celular estaba roto así que tuve que comprar uno nuevo y cambiar mi número.
Sabía que ya estaba en Seúl y estában por terminar sus promociones con "FIRE", había sido una masoquista y veía cada presentación que tenían porque aunque lo odiara, aún seguía siendo fan del grupo. No había aparecido en mi casa como usualmente lo hacía luego de un viaje y eso sólo confirmaba que era cierto el engaño, por más que quería encerrarme en mi cuarto y llorara hasta no tener lágrimas, tenía que trabajar. Esas dos semanas habían sido una tortura, estaba acostumbrada a hablar casi todos los días con el, a pesar de su agenda siempre tenía unos minutos para mí. Incluso me encontré mirando mi celular como esperando que llegue un mensaje suyo, aunque eso no pasaría porque Yoongi no tenía mi nuevo número.-señorita Kim, una chica está buscándola... Dice que es urgente
-¿Quién? ¿Es alguna de las diseñadoras de interiores?
-se apellida Lee y nunca la había visto por aquí
-bueno... Bien no estoy ocupada así que déjala pasar
Ni bien entró en mi oficina la furia en mi despertó, como mierda se atrevía a venir ella aquí luego de revolcarse con Suga. Probablemente la chica frente a mí se sintió intimidada y no era para menos, la miraba con desprecio.
-¿qué mierda haces tú aquí? ¿Cómo te atreves a venir a verme? -Debería dejar de maldecir tanto, aunque era imposible que no se me pegue cuando Yoongi lo hacía todo el tiempo y para ser honesta era demasiado sexy.
-tranquila fiera, vengo a aclarar las cosas
-ya sé que cogiste con Yoongi, no es necesario una explicación
-pero que boquita la tuya -su actitud no me gustaba para nada, tiro un sobre en la mesa que no me moleste en mirar. -no conozco a Suga, nunca lo he visto... Al menos no en persona
-claro, como digas. Si no te molesta, quiero que te vayas antes que llame a seguridad
-¿conoces a Woozi de seventeen? -la mire interrogante, había escuchado del grupo pero no les había prestado mucha atención. -obvio que no
-¿qué demonios tiene que ver el tal Wusi?
-es Woozi -me corrigió molesta y yo solo rodee los ojos, me valía quién era. Solo quería que desapareciera de mi vista. -deberías mirar lo que hay en ese sobre
-no tengo...
-que terca -dijo frustrada y volvió a tomar el sobre en sus manos, comenzó a sacar fotografías de esa noche y creo que las lágrimas estaban a punto de volver a salir. De todas esas, tomó la de un chico y me la puso prácticamente en la cara. -Con el me bese, no con tu novio
-eso es...
-son algo parecidos, parece el hijo de Suga -era imposible negarlo, el chico si se parecía, incluso tenía los ojos rasgados de Yoongi y el pelo lo tenía de un rosado suave. -ese día, tenía el cabello gris porque habían estado probando colores y bueno no pensamos que alguien nos vería... Supongo que pensaron que era Suga porque BTS está en la mira y un escándalo sería bueno para los medios
Yo seguía viendo las fotos, tenia incluso el mismo tamaño de mi novio, aunque creo que era un poco más bajo. Solo recuerdo haber visto dos fotos en la página web y parecía ser Yoongi pero ahora que veía las demás sabía que no era el. Incluso había una con demasiado zoom donde se podía ver la cara del tal Woozi.
-los managers lograron comprar las imágenes para que no salieran a la luz y solo koreaboo se negó, pero solo tenían esas dos fotos
-yo... Es que son tan parecidos
-pero no es el, ahora sí me voy porque tengo que trabajar y espero que arreglen este malentendido, enserio
-lo siento... Por lo de antes
-creo que hubiera reaccionado igual, buen día -cuando estuvo a punto de salir la detuve.
-¿cómo llegaste hasta acá?
-tu novio realmente te quiere, movió cielo y tierra -me sonrió y me dejo sola en mi oficina, aún mirando las fotos y con la cabeza hecha un desastre.
Necesitaba hablar con alguien y sabía a quién recurrir, tome mi celular y por suerte me acordaba el número de él, que luego de tres timbres contesto.
-hasta que alguien se digno a llamarme