Capítulo 18: The End....

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Reproduzcan la canción del vídeo, algunas veces.

•Selena.

Sentía miedo, como cuando tenía cinco años y pensaba que debajo de mi cama habían monstruos.

Yo no podía soportar otra muerte de un ser amado, ya no estaba mi madre, mi padre y mi hija. Estaba sola y me cuestioné ¿Quien me necesita?. Y la respuesta fue pronta nadie aparte de un amor carnal trágico que fácilmente podría ser sustituida por alguien mejor y con mejores intenciones pero una hermana no se puede sustituir y siempre se quedará ese hueco.

Lo mantuve en silencio hasta que llegara el día, aunque esta noche lloré tanto, recorriendo el lugar donde me amaron y donde por primera vez entregué más que mi cuerpo, me despedí mentalmente de todo lo bueno que obtuve y que dejaría. Aunque no pareciese empezaba a sentir un poco de miedo, y ya no importan las apariencias, hoy moriría.

"¿Deseas algo mi niña?" preguntó Martha haciendo que girase y no evité sentirme triste sabiendo que dejaría a aquella mujer que me sirvió feliz y dispuesta.

Le sonreí con toda la sinceridad que tenía y la abrace tomándola por sorpresa "Gracias Martha, en serio. Gracias por todo lo que hiciste por mí; estoy más que agradecida" besé su mejilla y su boca estaba abierta con su mano tocando su mejilla pero no me importó y me separé aun acariciando sus costados.

"De nada, mi niña" volvió a abrazarme y correspondí el abrazo.

"Diles a todos que se pueden ir y que hoy reciben su cheque, eso te incluye" le pedí sonriendo aún.

Me vio confundida "¿Por qué?".

"No será necesario que se queden, ya no más" respondí sin decir nada más.

"Como digas" se retiró aun viéndome sonriente "¿Estás bien niña?" preguntó.

Levante mi ceja "Claro, ve y luego ve a dormir, te quiero. Buenas noches" me vio aun mas confundida y un poco asustada pero hizo lo que le pedí.

Tomé un folio de mi escritorio y emprendí camino hacia un viejo conocido. Manejé yo misma el auto y mientras manejaba no podía evitar de vez en cuando una sonrisa triste y que mis ojos se cristalizarán, paré dos paradas antes para poder caminar y pensar en todo lo mal que había hecho y como quizás esto cubriría todos mis pecados y que quizás me perdonarían. Y que iba a hacer una familia feliz, una familia que yo nunca tuve y que nunca iba a tener pero que siempre desee tener y desperdicie las oportunidades, y sabía que nunca sería feliz y a pesar de ahora mismo, este sacrificio me estaba llenando más que otra cosa en el mundo, y sentía que estaba haciendo lo correcto y que si moriría mi madre y Jane me recibirían con los brazos abiertos y también que al fin iba a acabar con mi frustraciones y con mis torturas, iba a ser libre y feliz como quizás alguna vez fui.

Toqué la vieja casa de aquel viejo conocido, revise mi reloj y aun era temprano, no pasaban de las veinte horas.

Abrieron la puerta y giré.

"¿Selena?" me miro curioso y asenté.

"¿Puedo pasar?" pregunte y se movió de la puerta para dejarme entrar.

"Estás en tu casa" dijo como buen anfitrión.

"Vengo como cliente, no como conocida" anuncie antes que me preguntara el motivo de mi visita.

"Adelante, toma asiento" estaba aun mas confundido y desorientado que antes.

"No lo entiendo, tú eres abogada y la mejor para variar, ¿Por qué me necesitas a mí?, soy sólo un abogado promedio" me miró atento.

Siempre Mía |Selena Gomez|.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora